A las listas de espera les falta transparencia y realidad

Las maniobras de párvulos que utiliza el Consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, para disuadir a los castellano-leoneses para que no acudan a la manifestación del próximo día 26 son directamente proporcionales a su capacidad de gestión de la salud pública de la región. Cuando todas las provincias son un volcán de datos negativos, ya preveíamos que el Consejero utilizaría los datos “de las listas de espera”, dando a conocer lo que nos imaginamos la reducción de días. Es lo único que le queda.

  Pero a sus datos le falta la más elemental transparencia.  Ya hemos dicho en reiteradas ocasiones que las estadísticas de las listas de espera se confeccionan en función del interés político y es obvio que en este momento el Consejero está necesitado de algo positivo, así que no es nada extraño que los datos que facilita la propia Consejería se cocinen en función de su interés. Los Servicios de Admisión encargados de la gestión de las listas de espera son servicios totalmente opacos. Los ciudadanos desconocen los criterios de inclusión o de salida de la lista de espera ante las reprogramaciones quirúrgicas, la falta del especialista para el día de la intervención o la suspensión de las cirugías programadas con antelación. Todo esto supone que los pacientes en lista de espera sean manejados   como peones en un tablero de ajedrez a conveniencia de la Gestión para evitar que los pacientes que lleven excesivo tiempo en la misma, sean eliminados de ella, lo que supondría estadísticamente un aumento en la demora media, y que comiencen a computar de cero nuevamente, así rebajamos la estadística.

 Los datos no son de fiar y menos de un Consejero que es capaz de remitir desde su propio despacho el contenido de un escrito en el que en nombre de unos Jefes de Servicio intenta justificar su nefasta gestión. Quien se va a fiar de él.

En Zamora se podía haber ahorrado los datos, hablar de los tiempos de espera en Ginecología, Traumatología u Oftalmología es herir la sensibilidad de los pacientes. Son tantos meses de espera que sus datos solo provocan ira contenida.

Necesitamos políticos y gestores que tomen decisiones valientes, no embaucadores que intenten al albur de cifras falsas desvirtuar la realidad.

 No dudamos que el 26 de enero los ciudadanos cansados de su incompetencia saldrán masivamente a la calle en Valladolid, porque a todos “NOS DUELE LA GESTION DE LA SANIDAD PUBLICA DEL CONSEJERO DE SANIDAD.

“CONSEJERO DIMISION”.