La España vaciada

El pasado domingo asistimos a un gran ejercicio de reivindicación de los derechos y denuncia de las necesidades de los habitantes de poblaciones, capitales y provincias enteras que entrarían sin duda en lo que, en otros órdenes de la vida, denominaríamos como exclusión social.

Hay colectivos que debido a su penuria económica, bien por falta de ingresos, bien por falta de trabajo, o por su condición de raza, incluso género, están denominados como colectivos de exclusión social. No acabamos de digerir la crisis –diez años largos llevamos ya- que, para algunos nunca existió, no hay más que ver sus cuentas bancarias y sus patrimonios, y para otros aún no ha acabado y no tiene visos de hacerlo.

Pasamos rápidamente de la ingenua negación de la crisis que hizo Zapatero, dejándonos a todos como las vacas al tren, a la solución inmediata, rápida e inapelable que nos proporcionó Rajoy desde el minuto uno de su aparición. Todo solucionado de un plumazo.

Es evidente desde entonces que el desempleo descendió inmediatamente hasta alcanzar lo que se denomina “Tasa Natural de Desempleo”. Con perdón por el  palabro,  he de decir que la T.N.D.  comprende el Desempleo Friccional (normal en cualquier economía debido al tránsito entre dos puestos de trabajo o por la búsqueda de un puesto mejor o los recién incorporados al mercado de trabajo) y el Desempleo Estructural (debido a las diferencias entre las cualificaciones requeridas por los oferentes de empleo y las que poseen los trabajadores, es decir se deben a cambios en la estructura de la economía y se resuelven con reciclajes y cualificaciones). Disculpas de nuevo por la inmersión en los términos económicos.

También nos hemos dado cuenta de que los empleos están magníficamente remunerados, que no ha habido éxodo de titulados a otros países, que la clase media se ha recuperado y ha adquirido de nuevo su estatus de sostén de la economía y hemos percibido, por último, que los pajaritos cantan y las nubes se levantan, que sí, que no, que llueva a chaparrón.

-Disculpa-, le digo a Marisol, -está muy bien esa clase de economía en el portal, pero me parece a mí que estás un poco de cachondeo-. Empieza a reírse mi vecina y me contesta –pues claro que estoy de broma, ¿acaso has visto tú esa mejora en la economía?, ¿te han subido el sueldo?, ¿tu poder adquisitivo está mejor que hace diez años?, ¿tus prestaciones sociales, sanidad, educación, becas, cultura, están mejor que en el 2009?-. Es evidente que Marisol venía irónica y reivindicativa, aunque la ironía escrita es más difícil de pillar. Y es que venía, mi querida vecina, de la manifestación organizada en Madrid, el pasado domingo, donde se dieron cita “protestones” de las zonas, provincias y comarcas más deprimidas de España, incluida Zamora.

La primera impresión que trajo es la escasa participación de los zamoranos. De Zamora sólo salieron dos autobuses que, junto a las personas que se incorporaron allí, no sumaron  más de trescientas.  Estos autobuses, naturalmente, eran gratuitos, y fueron gestionados por Zamora 10, que sigue con su impecable trabajo en favor de la provincia, y la organización estuvo acompañada por la plataforma  Viriat@s, que también continúan en su magnífico quehacer en el mismo sentido. La apatía de ésta provincia se demuestra hasta en la hora de pedir por lo propio y pongamos como ejemplo que provincias como Soria, sin ir más lejos,  habían fletado setenta autobuses.

Y la segunda impresión de mi vecina fue una pregunta muy sugerente e interesante, ¿Qué hacían allí determinados políticos?. -¡Ya estamos!-, le contesté, -¿por qué te molestan los políticos?, cuantas más personas vayan, mejor-. Y la respuesta no se hizo esperar … -¿Y, los políticos del PSOE y, sobre todo del PP, contra quién protestaban?-. ¡Ja!.

Los organizadores, viendo de antemano lo que podría pasar, ya advirtieron que todo aquel político que asistiera a la manifestación lo haría en su propio nombre y nunca en representación de su partido y que, en cualquier caso, deberían colocarse al final del grupo provincial al que quisieran apoyar. ¡Cómo los conocen en todos los sitios!. Bien, así lo hicieron, aunque, evidentemente pasaron previamente a “saludar”, por si caía alguna foto. Pero no era suficiente. Pasaron a segunda línea, como se les indicó, y se hicieron sus propias fotos, selfies y demás, que tardaron, nada y menos, en hacer llegar a los medios que se las quisieron publicar. El ego, que les traicionó.

Allí vimos a nuestro ínclito guionista, Fernando Martínez Maíllo, excoordinador general del PP,  a José María Barrios, exalcalde de Morales del Vino y diputado del PP hasta hace unos días y actual coordinador provincial del PP en Zamora y también Ana Sánchez, cabeza visible del PSOE zamorano.  La pregunta que se hace Marisol es,  -¿A qué fueron?, ¿contra quién protestaban?, ¿se autoflagelaron ahora que está muy cerca la Semana Santa?-.

 Y continúa explicando, -La España vaciada, concretamente la Zamora vaciada, no es un problema que empezó anteayer, es un problema de décadas de abandono, de ostracismo, de ignorarnos, de mirar para otro lado, de llevarnos el cuartel y la cárcel, de no traer ni una sola industria que pudiese crear puestos de trabajo, en definitiva, de no hacernos ni puto caso-.

Añade mi vecina que, es casualidad, durante todos esos años gobernaron  alternativamente PSOE y PP y, por lo tanto, alguna culpa tendrán en la despoblación y el abandono que ha sufrido ésta tierra, entre otras. Insiste, -¿a qué han ido?, ¿a decirle a sus compañeros de partido que han sido unos mantas, unos jetas, unos incapaces, etc…?-.

Pero, sorpresa, -¡si son ellos mismos!-, y se va.