Resurrección, vuelve la luz al mundo

Y Cristo resucitó. Y la alegría llenó las calles de la ciudad de Toro. Y la Virgen se quitó, por fin, el manto de luto que la cubría. Llegó, tras los días de Pasión, el mayor día de Gloria, el de la Resurrección de Jesús. Y como cada Domingo de Pascua, la Asociación del Santo Sepulcro y la Soledad concluyó la Semana Santa con la procesión de Cristo Resucitado, imagen que se encuentra con la de la Virgen de la Alegría, todavía envuelta en negro, en la Glorieta. Allí, ante la atenta mirada de un numerosísimo público, ambas tallas realizan uno de los actos propios de la Pasión local, las "tres venias", que dan paso a la retirada del manto negro que cubre a la Virgen.

Tras este encuentro, ya alegre y gozoso, Jesús Resucitado se encaminó junto a su Madre hasta la Colegiata de Santa María la Mayor, donde les recibió la Asociación Musical La Mayor, bajo la dirección de José Manuel Chillón, y donde el párroco de Toro, José Luis Miranda, ofició la Eucaristía. En su homilía, señaló que "hemos celebrado y recordado la muerte y resurrección de Jesús, pero también los distintos tipos de muertes en nuestras vidas, como las envidias, que nos corroen, nos dejamos llevar por ellas y entramos en un laberinto del que es difícil salir". No obstante, aseguró que "sí hay salida, porque las piedras, como las del sepulcro de Jesús, pueden ser removidas para que aparezcan la luz y la esperanza".