Jesús y Ánimas rinde homenaje a las Hermanas Claras en su procesión

Las 06.00 de la madrugada marca la hora en la que dan comienzo los actos que cada Viernes Santo organiza la Cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla. Así, como cada año, a esa hora se fue llenando la iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina de hermanos y de fieles, que asistieron en primer lugar al "Sermón del Mandato", a cargo del párroco de Toro, José Luis Miranda.

Sin embargo, la amenaza de lluvia impidió que la madrugada nazarena discurriera según su tradición, y la directiva de la Cofradía tuvo que tomar la decisión de no sacar los pasos a la calle para efectuar el primer recorrido de la procesión, que debía descansar, con la estación de penitencia, en las inmediaciones de la Colegiata de Santa María la Mayor. De esta forma, y según se establece en sus estatutos, la procesión salió a las 11.00 para realizar el recorrido corto, que parte de la iglesia de Santa Catalina y desfila por plazuela de Jesús Nazareno y la Soledad, calles Santa Catalina y Vicente González Calvo, plaza de San Francisco, calle Concepción, plaza de Santa Marina, y calles El Sol y Rejadorada, para regresar al templo de partida.

Como detalle importante, este año, por ser el último que las hermanas Claras del Convento de Santa Clara pasan en la ciudad de Toro, y como agradecimiento especial por su colaboración y ayuda a la Cofradía de Jesús y Ánimas, todos los pasos de esta hermandad, la Oración del Huerto, la Flagelación, el Ecce Homo, Jesús del Perdón, la Verónica, la Desnudez, Cristo al expirar, Jesús camino del Calvario, Nuestro Padre Jesús o Jesús Nazareno y la Virgen de la Soledad, se giraron en la entrada de la calle Morán para que las religiosas pudieran ver cada una de las imágenes desde su Monasterio. Además, por su 60 aniversario, el Cristo del paso de la Desnudez estrenó unas potencias de plata que han costeado sus cargadores