Jueves, 13 de Noviembre de 2025

Eugenio de Ávila
Miércoles, 05 de Junio de 2019
DENUNCIAS

Caminar por los Azudes una peligrosa moda

Caerse al río, entre otros riesgos

[Img #27749]Manuel Herrero Alonso: texto y fotografias

A pesar de encontrarnos a primeros del mes de junio, el caudal del Duero es mínimo, casi como si ya estuviésemos a mitad del verano. Algo consecuente con la escasez de lluvia durante el invierno.  Por los azudes urbanos rebasa poca agua, quedando en  algunos tramos en seco. En la margen derecha, a pocos metros del puente del ferrocarril, desde su unión  con la orilla, se puede acceder al azud sin dificultad. Evidentemente no es un camino hecho  para pasear, ni está preparado para que camine la gente sobre el. Pero hay quien lo hace, entre otras cosas, porque nada ni nadie lo impide, ni tan siquiera un simple indicador que advierta de la peligrosidad.

Puede que, por el espíritu aventurero, por encontrar un buen lugar de pesca,  para saciar la curiosidad, o quien sabe el motivo pero hay anda sobre la represa  de piedras y cemento. Lo que se encuentra quien emprenda este viaje no es nada del otro mundo, para empezar dificultades. Dos cortes en el muro con sus pequeñas compuertas, que sirvieron de solución en su día, a un  defecto en la construcción, permitiendo así liberar por ahí agua en aquellas zonas que en épocas veraniegas quedaban completamente en seco. Fácilmente, mediante la colocación de troncos y tablas atados con cuerdas, han conseguido unir artesanalmente los extremos de las presas, puentecillos endebles y de poca consistencia pero que permiten el paso de un lado al otro.

A las pequeñas islas visibles desde el mismo puente de Hierro, también es posible acceder sin mojarse los pies desde el azud, valiéndose de cruzar sobre peligrosas  pasarelas de troncos, simplemente pasando sobre ellos. Allí, ¿Que hay? De todo: sillas, cubos de plástico, desperdicios y una cabaña con sus mantas y más enseres en su interior. Y,  ¡cómo no! basura, bolsas y otros desechos allí dejados. Téngase en cuenta que un zamorano pasa a su particular isla todos los días.

                No es la primera vez, que el servicio de bomberos ha tenido que rescatar, porque le ha resultado imposible regresar, a alguien que se ha aventurado a pasar al azud. Sin embargo, desde la administración local, no se toman medidas para impedir el paso, ni siquiera un simple cartel indicando la peligrosidad de emprender este camino. Y, evidentemente, resulta peligroso, para las personas y perjudicial para el medio ambiente al ser receptor de basuras, sin control alguno. 

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.140

Todavía no hay comentarios

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.