Un pacto político para ejecutar políticas de cambio

Eugenio-Jesús de Ávila

Las asociaciones zamoranas de progreso, las personas que más luchan por el futuro de nuestra tierra quieren que Ciudadanos pacte con el PSOE para gobernar la Junta de Castilla y León, porque desean que la institución autonómica se renueve profundamente, piden “políticas de cambio”. Colijo que Viriatos, Terra SOStenible, Pro Biorrefinerías de la Robla (León) y Barcial del Barco (Zamora), Sanidad Pública, NO EN MI TIERRA: Plataforma Anti-Minería de Zamora, asociaciones que han solicitado una concentración el próximo martes, frente a la Delegación Territorial, querrán que el PP deje, después de más de 30 años, de administrar la res pública autonómica. A no ser que creamos que Fernández Mañueco, persona que solo ha vivido de la política desde su tierna juventud, represente ese cambio en el PP. En absoluto. El alcalde de Salamanca es más de lo mismo, con otra cara que Lucas, más joven que Herrera, pero idénticas propuestas que los otros dos dirigentes populares. Por cierto, Lucas, el que traicionó a J.Antolín Martín, aún sigue en el Senado. ¡Eso sí que es vivir de la política! ¡Dios mío, que castigo nos manda el Señor a los ateos!

Como se sabe, los hechos lo evidencian, la Junta dio a Zamora menudencias, nos dio limosnas como provincia menesterosa, nos tuvo ahí, como a la provincia pusilánime y envejecida, que nunca dice nada y, por lo tanto, conformista, tanto que vota a sus verdugos, a sus amos. Mientras, Zamora se deprimía, se desangraba demográficamente, y el dinero, muchísimo, que llegaba desde Europa, allá a finales de la década de los 80, con destino a provincias como la nuestra, objetivo 1, se quedaba en Valladolid y Burgos, y el apéndice palentino.

¿Quieren, pues, los zamoranos que el ejecutivo autonómico que aspira a presidir Mañueco mantenga el “status quo” actual y que Zamora se desmorone por completo? Pues apoyemos a Igea para que pacte con el PP. Si deseamos más retraso, más envejecimiento, menos comercio, más distancias económicas, empresariales y demográficas con la elite de la comunidad, que el PP de Mañueco sigue gobernando, a la manera de los populares, Castilla y León. Perfecto. Después que no se queje el zamorano, como viene siendo habitual, en bares y cafeterías, mientras degusta una caña con pincho de tortilla o un té rojo o verde, de que nos gobiernan los mediocres, lo peor de cada casa.

Ahora bien, si Ciudadanos desea que en el año 2023, en las elecciones autonómicas y comicios locales, su partido desaparezca, ya sabe lo que tiene que hacer: pactar con el PP. Avisados quedan. Y si en Zamora, Requejo, que no lo creo, o Lina Santos, que aspira a ser diputada, se les ocurre aupar al PP de Barrios y lo que queda de él, a la Presidencia de la Diputación, se les acabo el color naranja, que tornará en blanco en breve, hasta desaparecer del arco iris político.

Por supuesto, ahora nuestra gente no admitiría otro caso Antorrena. Al loro, no obstante, que algunos tienen mucho que perder.

Y un último detalle. Las asociaciones que han convocado al concentración por política de cambio no son “rojas”, ni tampoco “rosas”. Se trata de gente que quiere a Zamora y también a León y temen lo peor si el PP de Fernández Mañueco gobierna la Junta de Castilla y León.