Jueves, 18 de Diciembre de 2025

Gonzalo Julián
Viernes, 16 de Agosto de 2019
PORTUGAL

Viaje Internacional: de pintadas y grafitis (III)

Gonzalo Julián

[Img #28986] Estamos  compartiendo, con todos ustedes, nuestros viajes a las ciudades y villas portuguesas  más cercanas a la nuestra, a Zamora. Y queremos establecer y reconocer, los logros, (y “temas pendientes”), que ellos tienen… (tal vez conseguidos no sin luchas), por si de algo nos puede ayudar a conseguirlo nosotros, puesto que (aún) no lo tenemos.

         En la anterior entrega prometimos comentar/compartir lo que son los “grafitis” y las “pintadas” en las ciudades portuguesas visitadas, en sus calles, edificios, paredes, mobiliario…

         Y, por supuesto, lo que todo ello, desgraciadamente, supone para nosotros.

         Vamos directamente “al grano”: Las “pintadas y grafitis” en estas ciudades no existen. No he visto ninguno. Vean la foto tomada en este último viaje:

Usted, lector, puede imaginarse una pared, como la que le mostramos en esta fotografía, en la que aparecen unos murales, 10  creo recordar, en los que se narran acontecimientos de la ciudad, sus oficios, sus fiestas, acontecimientos y tradiciones, (como la ya citada “Pega de Touros”),  todos confeccionados con azulejos pintados a mano, vidriados y colocados con tanto cariño, como esmero; de unos 4 metros de largo…es decir una pared de unos ¡40/45 metros!, por 2,80 ó 3 metros de alto…

¿se imagina alguien –digo– esta “obra”… u otra pared cualquiera…  en cualquier lugar de España…de Zamora?

¿Cómo la veríamos? ¿Cómo las vemos?

¿Cómo están los muros que cierran los (excesivos) solares de nuestro Casco Antiguo?

¿Cómo tenemos las fachadas de cualquier  inmueble “sin uso”?...

¿…cuando no abandonado?

         Mi enhorabuena, de nuevo,  a estas personas, a estos pueblos y también, ¿por qué no?, a sus políticos/gestores: a cada uno en la parte que le pueda corresponder.

         Si el hecho de compartir lo anterior con los lectores de este diario, permitiese que una parte de ellos/nosotros  se plantease, reconociese, reconociésemos,  que “nosotros no somos así”:

No somos  “limpios con nuestras ciudades”, con nuestras calles…con nuestra Zamora.

No somos  “cuidadosos”  con nuestros espacios públicos urbanos.

Y que algunos de nuestros conciudadanos,  plasman sus carencias, inhibiciones, traumas y complejos, con un spray en una pared, un edificio, un mueble urbano…. por el mero hecho de ser y sentirse  “grafiteros”, teniendo “justificado y permitido” el daño causado, porque, para ellos, eso es una “protesta”, cuando no “arte”.

         Nosotros,  “usuarios-ciudadanos”, no debemos dar por perdida la batalla, y recriminar, afear, menospreciar,   ese supuesto “arte”, que deja de serlo al trasgredir, estropear, despreciar… lo que es de los demás… lo que es de todos, por el mero hecho, de dañar y dejar la “impronta firmada” de su supuesta supremacía, lo cual  les permite estar por encima de los que no son como ellos…de todos los demás…de todos nosotros.

         Y quien ha decidido ser “político  y/o gestor de lo público”, elegido y/o pagado por todos nosotros:

Que “se les  permita” controlar/vigilar estas actuaciones…  por supuesto con la normativa correspondiente, promulgada “ad hoc”.

Que puedan “condenar/obligar” a restituir al estado anterior, el soporte sobre el que se ha dejado esa “firma/impronta”.

Se sientan controlados y exigidos por los ciudadanos, por el mero hecho de ser sus gestores, para mantener limpia nuestra ciudad.

Y a la vez y con la misma intensidad, se  creen espacios/lugares donde estas personas puedan manifestar sus técnicas, y quien lo tenga, su “arte”… a la espera y con el deseo, de que lleguen, muchos de ellos, a ser “Artistas” y poder tener, de este modo, nuestro reconocimiento, sin haber ensuciado, sin haber estropeado, absolutamente nada.

Desde la caída del “Muro de Berlín”, no recuerdo ningún grafiti  que se pueda haber convertido en “pieza a recuperar, cuidar y mostrar”…y, menos aún, tras haber “estropeado algo”. Los berlineses tenían un motivo/objetivo: SU LIBERTAD…y plasmaron su ira, tan contenida, como comprensible, en el elemento que los separaba: EL MURO DE LA VERGÜENZA. Una vez derribado y venido abajo, sus piezas, con sus grafitis, se pueden observar, y “recibir su enseñanza”, en muchas ciudades del mundo, a parte del propio Berlín, como es el caso de las que figuran en el “Parque Berlín” de Madrid.

Fotografía: Mural en Vimioso

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