El mediodía de Olivares: aceras hay, caminar por ellas es más complicado

Manuel Herrero: texto y fotografías  

  Pocos días antes de celebrarse las fiestas del barrio, quedaba reparada la valla de madera que separa la zona de aparcamiento de la acera, en la calle Mediodía del barrio de Olivares. Se encontraba en mal estado, llevaba mucho tiempo con  bastantes tablas rotas. Aparte de no cumplir su misión, y  del mal aspecto que ofrecía, podría ser la causa de algún percance nada deseado. Trozos rotos y astillados que, en lugar de proteger, ponían en riesgo al que pasara al lado.

Con su reparación, queda mejorada la imagen de la zona y se puede ir por la acera. Como pasar se puede, no en las condiciones deseadas, pero es posible. Aquellos que sean muy altos, deben de agacharse ligeramente para no ser peinados por las ramas de los árboles y llegando a un punto la frondosidad de un árbol crecido junto a la cerca precisamente,  impide continuar por la zona establecida para al paso de peatones.

Llamar acera a un pegote de cemento de menos de un metro de anchura le queda muy grande. No pudiendo continuar camino, queda la opción de andar por la calzada, cosa que no es muy recomendable, por el peligro de atropello, aunque la circulación de vehículos es escasa  y lo hacen a velocidad reducida.

                Somos caprichosos, y habiendo dos aceras, nos empeñamos en andar por una habiendo otra. Pero  precisamente en ese punto, se hará difícil circular por el lado de las edificaciones. El motivo es bien sencillo, aun habiendo espacio suficiente, en la última remodelación, optaron por hacer unas aceras estrechas y además, por aquello de las circunstancias, en ese tramo las ocuparon con farolas de pie y para colmo colocaron postes de cemento para sostener el tendido eléctrico. Resumiendo que para subir y bajar cada vez que se tope el peatón con alguno de los obstáculos señalados, queda como mejor alternativa caminar por la calzada, esperando, que en ese momento no coincida el paso de ningún coche. Si complicado lo tienen algunos, mucho peor lo encentrarán las personas con movilidad reducida. Confiemos en la suerte, porque sí, han reparado la valla, solo la valla.