Miércoles, 24 de Diciembre de 2025

Eugenio de Ávila 1
Viernes, 04 de Octubre de 2019
ME QUEDA LA PALABRA

Despoblación e hipocresía

Necesitamos empresarios y políticos, unidos en un objetivo, que contribuyan a nuestro desarrollo. Capital e ideas para que Zamora salga de su coma económico y demográfico

[Img #30249]Eugenio-Jesús de Ávila

 

Aquí, en nuestra tierra no nacen niños, porque los jóvenes se van. Ha tiempo,  los campos se fueron vaciando, desde que la entrada en la C.E., en 1985, exigió al ejecutivo de González, como llave para entrar en Europa, además de la reconversión industrial,  la agropecuaria, silente, traicionera, que afectó al sector primario hasta convertirlo en un desierto demográfico, como analizó el catedrático Valentín Cavero, que llegó a ser representante del PSOE en las Cortes de Castilla y León, y añadió el geógrafo leonés: “irreversible”. 

Y ahora, las instituciones públicas, gobernadas por derecha o izquierda, quieren liderar el fenómeno de la despoblación, pero sin aportar ni una sola idea. Palabras y palabras, retórica, actuaciones teatrales, demagogia, pura hipocresía, protagonizan declaraciones de los políticos que no conducen a ningún sitio, que no aportan nada, lugares comunes, tonterías, demagogia.

Guarido demostró coherencia en su versión de las cuitas demográficas: Asunto de Estado. Requejo también estuvo a la altura, porque es hombre lógico: Desde las instituciones públicas locales y provinciales el fenómeno de la despoblación se ha convertido en un monstruo indomesticable.

Hoy, en Zamora, tan afectada por ese fenómeno, que tampoco es de ahora, sino que ha tenido momentos álgidos a lo largo de la historia de la Humanidad, en uno y otro sentido, huida al agro o las urbes, se celebraron dos concentraciones: Plaza Mayor y Viriato, Diputación y Ayuntamiento.  Un chiste. Así se camina hacia ninguna parte.

Convencido estoy que, detrás de cualquier movimiento social, como el de la despoblación, existen intereses económicos, siempre emparentados con los políticos. Sucede con el feminismo, con la homosexualidad, con el cambio climático. Todo lo corrompe la política; perdón, los políticos, los malditos partidos. Nadie cree en nada. Nunca como ahora se fingió tanto en la administración de la res pública. Los políticos son actores: galanes como Pedro Sánchez, Rivera y Casado han hecho de su imagen su principal virtud. Un Azaña no habría pasado de ser concejal en Aranjuez, su patria chica.

 No triunfa el talento, solo la estética en una sociedad huérfana de ética, donde bestias con cuerpo de hombre asesinan a mujeres, niños graban vídeos dando palizas a otros niños, se queman bosques, se premia al canalla, se persigue al serio, al coherente; se plagian tesis doctorales, periodistas famosos, multimillonarios, firman libros que escribieron negros, van de izquierdas y viven como burguesazos. Sociedad enferma de la cabeza hasta el rabo. No hay voces de intelectuales que critiquen este sistema. Nadie habla, solo los periodistas a sueldo de los partidos. ¡Náuseas!

Mientras, nuestra provincia se despuebla, nuestros campos pasarán a ser patrimonio de la fauna salvaje, los pocos ancianos que permanezcan en los pueblos se nos mueren o los ingresan en residencias de la tercera edad y los jóvenes huirán, verbigracia, a Valladolid, única provincia donde se crea empleo, ningún partido plantea un debate serio. ¿Por qué? Pues, porque en el fondo les importa muy poco, dado que los dirigentes políticos son urbanitas, de esos que van al campo en primavera para ver libar a las abejas, respirar aire puro y pasar por la bodega de algún colega rural para disfrutar de viandas, bien regadas por el vino de la tierra.

Zamora solo tiene una salida: transformar sus magníficas materias primas en nuestro territorio. Pero se necesitan empresarios con fuste, que asuman riesgos, que reciban ayudas públicas. Vicente Merino viene ofreciendo su Biorrefinería Multifuncional en Barcial del Barco desde hace doce años más uno. Parece que ahora se le escucha en la Junta de Castilla y León cuando antes se le puteó. Este ingeniero apuesta por transformar, por ejemplo, remolacha para extraer bioetanol, pienso, etc. Copiemos de provincias que han alcanzado un progreso extraordinario, como La Rioja y Navarra, que, por cierto, venían a la nuestra a buscar productos como el pepinillo y los espárragos, por los que se pagaban cuatro perras, para envasarlos en Logroño y Pamplona, como si fueran propios, con lo que la plusvalía, la ganancia desarrollaba esas dos comunidades.

Zamora se ha venido comportando como una nación tercermundista, que produce materia prima excelente, pero que se exporta en bruto a otras zonas más desarrolladas. Zamora es como los países subsaharianos, que producen pongamos cacao, mientras el chocolate se fabrica en Bélgica, Alemania y Suiza.

Necesitamos empresarios y políticos, unidos en un objetivo, que contribuyan a nuestro desarrollo. Capital e ideas para que Zamora salga de su coma económico y demográfico. Dejemos de hacer demagogia con la despoblación, no seamos hipócritas. Talento e inversiones inteligentes. El resto, hipocresía, algo tan habitual en política.

 

 

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  • José Isidro Nates

    José Isidro Nates | Sábado, 05 de Octubre de 2019 a las 12:44:30 horas

    En los 70 del siglo pasado, no hace tanto tiempo, el sector agrario aportaba al PIB Provincial un 50 %, el comercio sobre un 40 y el 10 restante se lo repartían construcción e industria. Había que bajar el agrario al 15 % y luego al 10 para subir la industria al 50 y dejar el resto para el comercio. El objetivo era dejar el sector agrario en el 10 %. Por esos parámetros se mueve la economía provincial… En el sector agrario, Porque los sectores industriales y de la construcción poco han debido subir y menos con la caída de la construcción. No tengo datos ni creo que los tengan empresarios y políticos zamoranos. Aceptados estos parámetros y la actual situación estoy con Eugenio de Ávila al 100 × 100. Nos gobiernan politicos Mediocres sin proyectos provinciales a medio y largo. Esos políticos y la carencia de empresarios son, a mi juicio, el problema de Zamora. Los políticos actuales son mediocres y sometidos a sus partidos; desde luego son el problema, no la solución.

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