Miércoles, 26 de Noviembre de 2025

Eugenio de Ávila 1
Miércoles, 04 de Diciembre de 2019
DENUNCIAS

Zamora se suicida

Víctima de una tiranía burocrática, cobardía antropológica y egoísmo tribal

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En el mes de abril del año 2018, pidió licencia de obra en el Servicio de Urbanismo del Ayuntamiento de Zamora para restaurar un edificio, de esos que llaman emblemáticos los cursis, en el cogollo de la ciudad. Hoy, más de año y medio después, no se lo han concedido. Se trata de un empresario vasco que no quiere oír pronunciar más la palabra Zamora. Me lo ha contado un profesional del sector. No dudo de su palabra.

Antonio Vázquez, durante tres mandatos, 12 años; Rosa Valdeón, dos mandatos, ocho años, y Francisco Guarido, un mandato y medio año, alcaldes de la ciudad, no han podido acabar con la tiranía burocrática de un servicio esencial para el desarrollo de Zamora, para su progreso, para su economía. ¿Qué sucede en los adentros de la Casa de las Panaderas para que ningún regidor haya acabado con el poder superlativo de altos funcionarios de la institución municipal?

Si unimos a ese laberinto burocrático que propietarios de locales en las principales calles de la ciudad, pongamos San Torcuato y Santa Clara, exigen alquilares propios de la Gran Vía madrileña, hallaremos la realidad del comercio de Zamora, donde invertir es llorar, como diría Larra de escribir en Madrid de su tiempo, primer tercio del siglo XIX. Además, les trae sin cuidado que el Ayuntamiento siga cobrándoles impuestos, porque prefieren que se venga abajo el local antes que alquilarlo a precios acordes al potencial económico de esta ciudad, apática, cainita y anacrónica, la ciudad-pretérito. Estos capitalistas sí son reaccionarios, porque impiden el progreso. Al respecto, mi señora madre, propietaria de locales y viviendas, suele decir: “Todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida; yo nunca abusaré de mis inquilinos”. Y así cumple con su palabra, aunque se haya abusado de su bonhomía.

Los zamoranos, ayudados por la inanidad, endeblez y egolatría de nuestros políticos, vicios que comparten con esa mayoría silente, pusilánime y ágrafa, están acabando con su tierra, la desertizan, demográfica, cultural y económicamente; la asesinan con un proceder retrógrado y reaccionario, apático y abúlico.  Sociedad enferma, que desprecia cuanto ignora;  que solo produce individuos envidiosos, malandrines y  badulaques. Los más dotados se van, se fueron, se marcharán cuando puedan,  porque no quieren morir ahogados en este estanque de pus, resentimiento y  rencor.

Esta tierra se muere por esa tiranía burocrática, su cobardía antropológica, un egoísmo tribal y una envidia propia de gente mediocre y vulgar. Como dijese Clarín: “A mí también me nacieron en Zamora”. 

Eugenio-Jesús de Ávila

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  • Gonzalo Julián

    Gonzalo Julián | Miércoles, 04 de Diciembre de 2019 a las 23:49:09 horas

    La situación y actuación de los "técnicos y técnicas de Urbanismo del A. De Zamora" está consolidada desde hace mucho tiempo. Para algunos, desde siempre.
    El mismo tiempo que hace que sobrevuela en la mente de quienes han tenido que ir "más de dos veces" a solicitar alguna autorización y/o licencia, ya sean de Zamora....o de fuera:
    ¿ Qué intereses compartidos tienen estos profesionales con quien puede exigirles, amonestarlos, cesarlos....para que no lo hagan?

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