DENUNCIAS
Calle Renova, otra vez pendiente de reparación
Pasados solo dos años de la renovación integral, ya necesita arreglos
Texto y fotos: Manuel Herrero
Después de reiteradas actuaciones, con la sustitución de varias losas y adoquines, rotos y hundidos, que, además de un efecto visual negativo a las puertas de la misma Plaza Mayor, dificultaban el transito de personas, que sufría contantes tropiezos y caídas, consecuentemente, se optó por realizar una intervención más ambiciosa, que no supusiera, como hasta el momento, pan para hoy y hambre para mañana. Así, se acometió una obra en la calle Renova, donde el ingeniero municipal se devanó los sesos para calzar bajo la parte visible una buena solera de varios centímetros, otros tantos de mortero y con un par de centímetros de pendiente, para facilitar la evacuación de las aguas y evitar daños por humedades.
El resultado, una auténtica chapuza, a menos de dos años de la faraónica obra, que supuso mantener cortada al tráfico mes y pico la calle. Téngase en cuenta, que, aun siendo semipeatonal, es el itinerario de líneas de autobuses, el paso obligado e irremediable de algunos residentes a garajes y no queda otra para taxis, vehículos de la Policía, dado que el cuartel está actualmente a pocos metros y de esperar que los bomberos no tengan que realizar ninguna intervención. Pero, además de las laberínticas alternativas obligadas para los coches, las personas, los caminantes anduvieron pisando entre montones de adoquines y pegotes de cemento, según el día. Hoy, por este lado, mañana por el otro. Los comerciantes de la zona sufrieron una merma de su clientela, por los inconvenientes para acceder a los locales y todo para quedar igual de mal que estaba.
A día de hoy, la situación del pavimento de la calle Renova, entre la Plaza y Sagasta, es muy similar a la de antes de haber realizado la última y costosa -más de treinta mil euros se llevó- actuación. Hay losas rotas, otras están hundidas y otras, levantadas según. Lo que demuestra que la última actuación municipal no ha servido para nada, sino para efectuar un gasto poco duradero. Es sabido que el tráfico rodado deteriora en exceso la superficie, pero es algo que debería tenerse en cuenta en el momento de realizar cualquier actuación completa, tal y como fue la última mencionada y de no considerarse apropiada su rodadura para el tráfico existente, debió de sustituirse tanto losas como adoquines, por otras y otros más adecuados.
Texto y fotos: Manuel Herrero
Después de reiteradas actuaciones, con la sustitución de varias losas y adoquines, rotos y hundidos, que, además de un efecto visual negativo a las puertas de la misma Plaza Mayor, dificultaban el transito de personas, que sufría contantes tropiezos y caídas, consecuentemente, se optó por realizar una intervención más ambiciosa, que no supusiera, como hasta el momento, pan para hoy y hambre para mañana. Así, se acometió una obra en la calle Renova, donde el ingeniero municipal se devanó los sesos para calzar bajo la parte visible una buena solera de varios centímetros, otros tantos de mortero y con un par de centímetros de pendiente, para facilitar la evacuación de las aguas y evitar daños por humedades.
El resultado, una auténtica chapuza, a menos de dos años de la faraónica obra, que supuso mantener cortada al tráfico mes y pico la calle. Téngase en cuenta, que, aun siendo semipeatonal, es el itinerario de líneas de autobuses, el paso obligado e irremediable de algunos residentes a garajes y no queda otra para taxis, vehículos de la Policía, dado que el cuartel está actualmente a pocos metros y de esperar que los bomberos no tengan que realizar ninguna intervención. Pero, además de las laberínticas alternativas obligadas para los coches, las personas, los caminantes anduvieron pisando entre montones de adoquines y pegotes de cemento, según el día. Hoy, por este lado, mañana por el otro. Los comerciantes de la zona sufrieron una merma de su clientela, por los inconvenientes para acceder a los locales y todo para quedar igual de mal que estaba.
A día de hoy, la situación del pavimento de la calle Renova, entre la Plaza y Sagasta, es muy similar a la de antes de haber realizado la última y costosa -más de treinta mil euros se llevó- actuación. Hay losas rotas, otras están hundidas y otras, levantadas según. Lo que demuestra que la última actuación municipal no ha servido para nada, sino para efectuar un gasto poco duradero. Es sabido que el tráfico rodado deteriora en exceso la superficie, pero es algo que debería tenerse en cuenta en el momento de realizar cualquier actuación completa, tal y como fue la última mencionada y de no considerarse apropiada su rodadura para el tráfico existente, debió de sustituirse tanto losas como adoquines, por otras y otros más adecuados.
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