EDUCACIÓN CASTILLA Y LEÓN
El 42 % de casos de acoso escolar se concentran entre 1º y 2º de ESO
"Las prácticas restaurativas mejoran la convivencia escolar de Castilla y León"
La consejera de Educación, Rocío Lucas, ha presentado esta mañana, ante la Sección de convivencia escolar del Observatorio de la Comunidad de Castilla y León, los datos de convivencia escolar del curso 2018-2019.
El Monasterio Nuestra Señora de Prado, en Valladolid ha acogido esta mañana, bajo la presidencia de la consejera de Educación, Rocío Lucas, la reunión de la Sección de convivencia escolar del Observatorio de Castilla y León, en la que se han presentado los últimos datos correspondientes al curso 2018-2019.
La titular de Educación ha destacado que los centros docentes de la Comunidad expresan, en general, un alto grado de satisfacción con el trabajo desarrollado en convivencia escolar y, como consecuencia de ello, con su situación. De este modo, Lucas ha querido hacer hincapié en la importancia que está teniendo, para conseguir estos resultados, además del esfuerzo de profesorado y alumnado, actuaciones como la implementación del modelo de prácticas restaurativas en los centros docentes de Castilla y León. El objetivo de este modelo es reforzar el grupo y manejar el conflicto y las tensiones reparando el daño y forjando relaciones positivas.
Además de la continuidad de actuaciones ya habituales en el Plan de Convivencia Escolar de Castilla y León -Asistencia jurídica, Sociescuela, cursos de formación del alumnado y reconocimiento de buenas prácticas, entre otros-, se continuarán desarrollando otras iniciativas que comenzaron el pasado curso. Así, se mantiene el proyecto Reconver que incluye actuaciones dirigidas a superar la reincidencia en los conflictos y la recuperación del alumnado reincidente.
En este sentido, las actividades de convivencia escolar que realizaron los centros se incrementaron un 4 % respecto al anterior curso manteniendo la tendencia ascendente iniciada en 2006-2007.
Informe de la Convivencia Escolar en Castilla y León 2018-2019
La tasa de alumnado implicado en incidencias se reduce levemente con respecto a los datos del curso anterior, 297 estudiantes menos con respecto al 2017-2018. La desagregación de los datos por sexo, permite confirmar la prevalencia de los alumnos con respecto a las alumnas en las incidencias -siete de cada diez son hombres-.
Respecto a las incidencias específicas relacionadas con los aspectos físicos o madurativos, origen o cultura y sexo o identidad sexual, continúa el descenso desde el inicio de su medición, en este caso y respecto al curso anterior -un 2,33 %-.
Un factor clave en la convivencia de los centros es el profesorado. Tal y como ha querido subrayar Rocío Lucas en su intervención, “resulta fundamental amparar a los docentes. Queremos seguir avanzando para reforzar su posición, reducir las incidencias que les afectan y, en los casos más graves, afortunadamente pocos, ofrecerles todo nuestro apoyo”.
Casos de acoso
Las actuaciones dirigidas a denunciar los posibles casos de acoso, y con ello poder intervenir rápidamente con víctimas y agresores, están ofreciendo ya los primeros datos positivos. Las cifras en el curso 2018-2019 se mantienen muy similares a las del anterior: 54 casos de acoso confirmados y 38 de ciberacoso. “De manera que, puede considerarse que existe más vigilancia ante los posibles casos y una mayor precisión a la hora de confirmarlos”, ha señalado la consejera.
Al igual que con las incidencias generales, el acoso tiene un perfil masculino: seis de cada diez acosadores son hombres. No es así en el ciberacoso, donde la proporción de alumnas aumenta hasta llegar al 50 %. Además, en 1º y 2º de ESO se concentra un 42 % de dichas situaciones. Cinco de cada diez casos confirmados pertenecen a esta etapa educativa y seis de cada diez, en el caso de ciberacoso.
El modelo de prácticas restaurativas, que también se aplica para mejorar la convivencia en general, es de especial utilidad para llevar a cabo actuaciones contra el acoso, trabajando en grupo y con el agresor. Así, se desarrollan programas de mejora de la competencia personal, en los que puede participar la familia, con el objetivo de modificar su comportamiento para facilitar el respeto a sus compañeros y la adecuada integración en el grupo.
La titular de Educación ha subrayado que, tras haber iniciado este modelo hace dos cursos, “el objetivo del actual es su refuerzo, incrementando el número de centros participantes de Castilla y León”. En la actualidad, son 54 los que desarrollan prácticas restaurativas en la Comunidad.
El Monasterio Nuestra Señora de Prado, en Valladolid ha acogido esta mañana, bajo la presidencia de la consejera de Educación, Rocío Lucas, la reunión de la Sección de convivencia escolar del Observatorio de Castilla y León, en la que se han presentado los últimos datos correspondientes al curso 2018-2019.
La titular de Educación ha destacado que los centros docentes de la Comunidad expresan, en general, un alto grado de satisfacción con el trabajo desarrollado en convivencia escolar y, como consecuencia de ello, con su situación. De este modo, Lucas ha querido hacer hincapié en la importancia que está teniendo, para conseguir estos resultados, además del esfuerzo de profesorado y alumnado, actuaciones como la implementación del modelo de prácticas restaurativas en los centros docentes de Castilla y León. El objetivo de este modelo es reforzar el grupo y manejar el conflicto y las tensiones reparando el daño y forjando relaciones positivas.
Además de la continuidad de actuaciones ya habituales en el Plan de Convivencia Escolar de Castilla y León -Asistencia jurídica, Sociescuela, cursos de formación del alumnado y reconocimiento de buenas prácticas, entre otros-, se continuarán desarrollando otras iniciativas que comenzaron el pasado curso. Así, se mantiene el proyecto Reconver que incluye actuaciones dirigidas a superar la reincidencia en los conflictos y la recuperación del alumnado reincidente.
En este sentido, las actividades de convivencia escolar que realizaron los centros se incrementaron un 4 % respecto al anterior curso manteniendo la tendencia ascendente iniciada en 2006-2007.
Informe de la Convivencia Escolar en Castilla y León 2018-2019
La tasa de alumnado implicado en incidencias se reduce levemente con respecto a los datos del curso anterior, 297 estudiantes menos con respecto al 2017-2018. La desagregación de los datos por sexo, permite confirmar la prevalencia de los alumnos con respecto a las alumnas en las incidencias -siete de cada diez son hombres-.
Respecto a las incidencias específicas relacionadas con los aspectos físicos o madurativos, origen o cultura y sexo o identidad sexual, continúa el descenso desde el inicio de su medición, en este caso y respecto al curso anterior -un 2,33 %-.
Un factor clave en la convivencia de los centros es el profesorado. Tal y como ha querido subrayar Rocío Lucas en su intervención, “resulta fundamental amparar a los docentes. Queremos seguir avanzando para reforzar su posición, reducir las incidencias que les afectan y, en los casos más graves, afortunadamente pocos, ofrecerles todo nuestro apoyo”.
Casos de acoso
Las actuaciones dirigidas a denunciar los posibles casos de acoso, y con ello poder intervenir rápidamente con víctimas y agresores, están ofreciendo ya los primeros datos positivos. Las cifras en el curso 2018-2019 se mantienen muy similares a las del anterior: 54 casos de acoso confirmados y 38 de ciberacoso. “De manera que, puede considerarse que existe más vigilancia ante los posibles casos y una mayor precisión a la hora de confirmarlos”, ha señalado la consejera.
Al igual que con las incidencias generales, el acoso tiene un perfil masculino: seis de cada diez acosadores son hombres. No es así en el ciberacoso, donde la proporción de alumnas aumenta hasta llegar al 50 %. Además, en 1º y 2º de ESO se concentra un 42 % de dichas situaciones. Cinco de cada diez casos confirmados pertenecen a esta etapa educativa y seis de cada diez, en el caso de ciberacoso.
El modelo de prácticas restaurativas, que también se aplica para mejorar la convivencia en general, es de especial utilidad para llevar a cabo actuaciones contra el acoso, trabajando en grupo y con el agresor. Así, se desarrollan programas de mejora de la competencia personal, en los que puede participar la familia, con el objetivo de modificar su comportamiento para facilitar el respeto a sus compañeros y la adecuada integración en el grupo.
La titular de Educación ha subrayado que, tras haber iniciado este modelo hace dos cursos, “el objetivo del actual es su refuerzo, incrementando el número de centros participantes de Castilla y León”. En la actualidad, son 54 los que desarrollan prácticas restaurativas en la Comunidad.
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