LITERATURA
Lengua de signos y braille
Desde el punto de vista educativo, los antecedentes históricos del lenguaje de signos en España no tienen lugar hasta el siglo XVI, ya que es cuando se comienza la educación del niño sordo. El monje benedictino Fray Pedro Ponce de León, enseñó a hablar a sus alumnos sordos por observación, imitación y repetición, ya que se dio cuenta que era posible expresar la razón sin habla, pues él mismo lo hacía cada vez que manifestaba sus pensamientos por medio de signos monásticos y empleó con los niños sordos un sistema gestual de comunicación; lo que hoy en día conocemos como “lengua de Signos”.
La lengua de signos es una lengua reconocida legalmente y, por tanto, considero que debe estar presente en la oferta educativa de los centros docentes. Conocerla, puede resultar muy ventajoso para niños y adultos, ya que descubrirla nos da la oportunidad de comunicarnos con personas sordas y de saber cuáles son sus inquietudes, preocupaciones, pensamientos y sentimientos usando, tan solo, las manos. Además debido a su canal visual-gestual, favorece el desarrollo del entramado de los aspectos cognitivos, como la memoria, la estructuración espacio-temporal, la organización semántica, el desarrollo del pensamiento, etc., de los comunicativo-lingüísticos y de los socio-afectivos.
Aprender lengua de signos y braille, puede así convertirse en un nuevo propósito para este año.
© Emilia Casas Fernández.
Desde el punto de vista educativo, los antecedentes históricos del lenguaje de signos en España no tienen lugar hasta el siglo XVI, ya que es cuando se comienza la educación del niño sordo. El monje benedictino Fray Pedro Ponce de León, enseñó a hablar a sus alumnos sordos por observación, imitación y repetición, ya que se dio cuenta que era posible expresar la razón sin habla, pues él mismo lo hacía cada vez que manifestaba sus pensamientos por medio de signos monásticos y empleó con los niños sordos un sistema gestual de comunicación; lo que hoy en día conocemos como “lengua de Signos”.
La lengua de signos es una lengua reconocida legalmente y, por tanto, considero que debe estar presente en la oferta educativa de los centros docentes. Conocerla, puede resultar muy ventajoso para niños y adultos, ya que descubrirla nos da la oportunidad de comunicarnos con personas sordas y de saber cuáles son sus inquietudes, preocupaciones, pensamientos y sentimientos usando, tan solo, las manos. Además debido a su canal visual-gestual, favorece el desarrollo del entramado de los aspectos cognitivos, como la memoria, la estructuración espacio-temporal, la organización semántica, el desarrollo del pensamiento, etc., de los comunicativo-lingüísticos y de los socio-afectivos.
Aprender lengua de signos y braille, puede así convertirse en un nuevo propósito para este año.
© Emilia Casas Fernández.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.149