Pero... ¡Vamos a ver!

Estoy absolutamente harta hasta el punto del vómito de las personas que lo saben todo, que te dan lecciones de todo y que todo lo que hagas lo considerarán un error manifiesto. Si eres sensible, porque eres sensible y deberías mostrar más fortaleza de espíritu, pedazo de moñas, que así no llegarás a ser nada en la vida, al menos nada importante. Aissss.

Eres un blando, demasiado empático y te las van a dar todas en el mismo carillo por gilipollas, porque no sabes imponerte y porque para mandar hay que saber. Que sólo se llega arriba jodiendo a los demás, a ellos en su orgullo, a ellas en lo que se dejen. Hijos de puta. Los hombres son fáciles, se sobornan con palabrería si es que quieren algo de ti, pero son muy difíciles si lo que quieren no tiene nada que ver con la mierda que les ofreces, pedazo de imbécil, machista y pueblerino.

Las mujeres son otro cantar, no las puedes sobornar, las puedes seducir, pero si ni eso te funciona ya, las pones a caldo, las maltratas, las humillas, las vejas. Todos somos libres de hacer o de decir, desde la educación y el respeto, pero hay sitios en los que aún hoy, en pleno siglo XXI te tratan como a una cualquiera si no accedes, si no votas Sí. Ellos son unos machotes y nosotras unas putas, pero puede que sea al revés, os dáis cuenta? El machismo impregna cada poro de estos pueblos y si te niegas eres lo peor, se hacen cantares. Hay que convencer con argumentos, con palabras, con buen gesto y buena fe. Con buen hacer. Lo demás, vendrá por añadidura, si es que viene, que la gente es libre de votar sin que le metas un billete en el bolsillo o la promesa de un ajuntamiento en tal sitio a tal hora. Asco.

Estamos en el siglo XXI y si no actuamos como en el siglo en el que nos encontramos, nada habrá cambiado. NADA. De vosotros depende. Pedir lo que os corresponde, siempre, juntáos en grupos diversos para demandar lo que necesitáis porque os aseguro que hay dinero para todos. PARA TODOS y para todo lo que necesitamos. Mientras no se quede en los bolsillos o faltriqueras equivocadas, vamos bien. ¡Vamos!

 Nélida L. del Estal Sastre