Jueves, 11 de Septiembre de 2025

Nélida L. Del Estal Sastre
Martes, 07 de Abril de 2020
CON LOS CINCO SENTIDOS

Zamora está famélica

[Img #37363] En estos días de confinamiento duermo poco y pienso demasiado. No tengo momentos de soledad y silencio para escribir, leer uno de mis viejos libros, elegido al azar, o empezar con alguno nuevo que guardo en la recámara. Me consigo aislar un poco escuchando música con mis cascos para no molestar en los quehaceres diarios a los que conmigo comparten suelo y techo.

Zamora está famélica, tiene la mirada adusta y esquiva, cetrina y fría. Está desconcertada y en los huesos, le han adelgazado las calles y con estas repentinas jornadas lluviosas, parece más lúgubre y gris aún que de costumbre. Siento una tristeza enorme por esta Semana Santa que no será, que no es. Que diga esto una persona que ha reconocido abiertamente su agnosticismo en más de una ocasión, tiene su aquél, pero es así como me siento.

Triste por los que se han ido para siempre sin besos ni caricias en sus últimos momentos, por los que lo están pasando mal y por no poder hacer nada para evitar todo este pesar, sólo quedarme encerrada en casa. Es una suerte de impotencia que me impide conciliar el sueño. Por eso estoy trasladando a papel estos pensamientos a las cinco de la madrugada de un siete de abril plomizo y anodino, vacío y plúmbeo. Zamora está de luto. Tendré que sacar al ventanal mi gran bandera española, la que utilizo en las ocasiones especiales, deportivas o por orgullo patrio, pero con un crespón negro.

Esta pandemia es sólo un aviso a navegantes de lo que podrán ser las guerras en el futuro próximo e incluso inmediato, guerras sin balas. Si China ha sido capaz de fabricar y dejar escapar este virus de manera absolutamente controlada, dentro de su propia casa, pasando por encima de los suyos, de los de en medio, de los de arriba y de los de abajo… Si el gigante asiático ha sido capaz de sacrificar tantas vidas para demostrar a los Estados Unidos y al monigote que los gobierna, de lo que son capaces, muchos que habitan las altas esferas habrán de empezar a extraer cuanto antes sus conclusiones. Estas conclusiones son el germen del pánico. Somos una especie en vías de extinción por pura egolatría.

Nélida L. del Estal Sastre

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.17

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.