Para ti aunque no lo sepas

Siempre intento despertar los sentimientos y el gusanillo interior de cada cual con mis escritos, con mi particular forma de apreciar el mundo que me rodea, y hacérselo llegar a cuantos puedan leerme y gustar de o denostar lo que escribo cada noche, de cada semana, de cada mes, de cada año. Lo que escribo soy yo, adornado, o inventando mundos mejores en los que nada malo acontece.

Pero esta época que nos ha tocado vivir es algo superior en magnitud a lo que imaginábamos siquiera. Es horrorosa. Es y será única para hablar, elucubrar y llorar en familia, o con amigos, cuando quiera que sea que nos volvamos a encontrar cara a cara, después de este encierro impuesto que, se supone, nos salvará la vida. Quiero tocarte, sentirte, abrazarte y darte un beso en la mejilla porque te aprecio, pero vive dios que no sé cuándo podré hacerlo sin miedo. Sin pánico. Aunque yo me arrojo a los leones. Soy así, sólo quiero vivir y sentir, tocarte y que me toques. Y un puto virus no puede impedir que nos solacemos, que nos toquemos, que nos hagamos arrumacos de amor o de amistad, que disfrutemos de esta vida que se nos ha quitado de cuajo. Casi sin previo aviso y a bocajarro.

Hoy es San Jorge. Día en el que se celebra el fallecimiento de Cervantes y Shakespeare, su vida, su muerte, su resurgir.. .Día para regalar a la persona que amas o aprecias un libro y una rosa roja. Yo te regalo mi relato. No tengo más entre mis manos. Las rosas no las podré oler y tocar hasta que me lo permitan, pero la rosa que te regalo hoy, día de San Jorge, es una rosa virtual, pero con olor a mí, a mi querencia por ti y por tus cosas, a mi amor por todo lo que rodea tu persona. A las risas y devaneos, a las confesiones entre cervezas de marca y jamón de pata negra. Echo de menos el abrazo del amigo y tu sonrisa, tus huellas dactilares y tu voz.

Echo de menos tu abrazo y nuestras conversaciones nocturnas, cara a cara, piel a piel, cuerpo a cuerpo, aunque casi nunca estemos de acuerdo. Hoy, día en el que nacieron dos de las personalidades más relevantes del mundo de la literatura, te quiero dedicar mi rosa, mi vida, mi ser. Roja como mi lengua, hablada y escrita, roja como mi corazón palpitante. Roja como la sangre que recorre mis arterias y mis venas y me da la vida cada día, devolviéndome a un mundo que apenas llego a conocer. Tan inescrutable como extraño, tal lleno de maldad como de bondad. Roja la rosa, rojo mi corazón, lleno de letras y frases hermosas para ti. Sin escribir soy bien poca cosa.

Nélida L. Del Estal Sastre