Del TDAH y otras historias

 Vivimos en una comunidad autónoma, con una gran calidad en los Servicios Sociales, eso es así. Tengo a mis mejores amigos en estos Servicios y doy fe de lo que afirmo, no hablo por hablar. No lo hago nunca. Pero el TDAH somos y llevamos siendo durante los 20 años de conocimiento por mi persona de este trastorno como la “fea” de todos ellos. Es el más estudiado, el que más miles (sí!!! Miles) de estudios de psicólogos, neurólogos y psiquiatras expertos en Salud Mental Infanto Juvenil y de Adultos han desarrollado en sus carreras. Y aún en esas condiciones, que podrían suponer una ventaja, nos hunden en la mierda del olvido. Qué paradoja más perversa. En reuniones con los Partidos Políticos (qué demonios hago al ponerlos en mayúsculas…) se nos ha prometido de todo.

No pedíamos dinero, no, somos extremadamente educados. Sólo pedíamos una observancia de nuestra situación, un acoplamiento educacional a nuestras necesidades porque suponemos el 7% de la población infantil, juvenil y adulta. Poco más, y nada menos. Una vuelta de tortilla del sistema educativo, aun que sólo en parte. Pues ni eso. Nos hemos reunido con todos, azules, rojos, verdes, amarillos, naranjas y de todos los colores del arco iris. Nada que destacar. NADA Y siempre es igual, el que manda nos recibe, nos escucha (o hace que nos escucha para quedar bien) y después nos obvia como a la fea de la discoteca a las cuatro de la mañana, y eso que a las cuatro de la mañana todas las mujeres somos deseables, porque el alcohol hace su efecto. Pues nada, que ni caso.

Hay otros colectivos que se deben de manifestar a lo bestia con caceroladas incluidas, y les hacen caso porque son “peligrosos” o “ruidosos”. Pero nosotros, los representantes de los afectados por el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) somos educados. SOMOS EDUCADOS. En una sociedad donde se consigue lo que uno quiere a golpe de grito, manifestación o insulto, los representantes de los afectados por el TDAH no somos nadie por ser extremadamente educados, dejarlo todo por escrito, pedir las cosas por favor y dar las gracias. Nos habéis tocado la moral, somos familias luchadoras desde la noche de los tiempos, sabemos lo que es pasar de manera silenciosa por la vida sin que ni nos miréis a la jodida cara. Lo sabemos.

Puede que tengamos que cambiar de estrategia, pero os advierto una cosa, sólo una, y creo que será más que suficiente. Somos el 7% de la población, de toda, desde niños que están empezando a dar sus primeros gateos, hasta niños y adolescentes, para terminar con adultos como la menda que suscribe este escrito. Un 7%. Imaginad un 7% de la población haciendo la ola en cualquier plaza pública, en la puerta de Los Leones. Imaginad. Ya se nos está agotando la “buena educación”.

Constituid un grupo de trabajo donde no estéis los políticos, sólo el Ministro de Educación, como único representante del Gobierno, los demás, que sean expertos, educadores, logopedas, psicólogos, psiquiatras expertos en TDAH y Salud Mental. Docentes, que son los que saben de esto, no vosotros. Dejad trabajar a los que saben y dadnos lo que nos corresponde, no dinero, no, nunca hemos pedido dinero, hemos pedido equidad educativa. A ver si os váis enterando.

Nélida L. del Estal Sastre