"Ignoranta"

He de reconocer que tuve que leer la noticia varias veces. Inicialmente creí que se trataba de una idea para la próxima película almodovariana o bien la imagen de un nuevo monólogo de Leo Harlem. Lo cierto, es que la noticia era tan real como la vida misma. Me estoy refiriendo a esta magnífica y fastuosa idea del Ministerio de Igualdad por la cual se ha realizado una campaña que ha teñido a Correos de colorines en sus furgonetas, en un sello, en buzones y en la oficina de Chueca.

Me sorprendió enormemente ver las fotos y contraponerlas a las quejas de representantes sindicales de Correos aludiendo a la falta de inversión en la compra de Epis y el padecimiento de sus empleados con las mascarillas defectuosas en plena pandemia. Y a renglón seguido, sentí curiosidad por saber de qué “ignoranta” habría partido tan preclara idea. Presentí que la Sra. Ministra Montero, habría estado asistida de su guardia pretoriana femenina, al más puro estilo Gadafi; esa guardia que, cual coperas, le ayudan cada día a superarse en el nivel de confrontación con que azuza en el Congreso; ese equipazo de mujeres que tan pronto le hacen la ola como le cantan el cumpleaños, mientras reciben sueldos desorbitados para el común de los mortales.

Me preguntaba, ante esta “ignoranta” que campea en círculos de liderazgo político, donde estaban las ministras más sensatas del Gobierno de Sánchez. ¿Nadie fue su pepito grillo mostrándole los datos del incremento exponencial del déficit público? ¿Nadie le dejó caer que se trata de un gasto absolutamente superfluo para una campaña a todas luces incomprensible? ¿Calviño, dónde estabas?

Acudo nuevamente con curiosa fascinación a la foto del buzón arco iris ubicado en la confluencia de la calle Gran Vía con Alcalá. Hacía bastante tiempo que no contemplaba una mezcla tal de estilos: el del afrancesado edificio Metrópolis con el buzón sacado de unos dibujos animados. ¿Ninguna de sus colaboradoras le informó a la “ignoranta” que las figuras de la cúpula del edificio son alegóricas representaciones del comercio, la agricultura, la minería y la industria, realizadas alguna de ellas por D. Mariano Benlliure?

 Solo es necesario contemplar la foto durante varios segundos para desarrollar una conciencia reflexiva. La Sra. Ministra de Igualdad, quizá tendría que mirar hacia arriba, primero para pedirle a Dios que todos los españoles podamos con la que nos viene encima y, segundo, para mostrar sentido de responsabilidad de Estado con las distintas actividades productivas representadas por las alegorías del edificio.

El bálsamo de la igualdad y del respeto a las distintas sensibilidades,  o si me apuran, la exaltación del orgullo, no nace ni crece por teñir de colorines nada. Los derechos de los homosexuales, afortunadamente trascienden a estas representaciones pseudolúdicas. No puedo por menos que recordar a Douglas North, un economista estadounidense que indicó que en el mercado político, los prejuicios y estereotipos ideológicos constituyen los criterios de decisión por excelencia. ¡Y tanto!

Solo faltan tres años, para finalizar el mandato representativo de la señora Ministra. Quizá la siguiente idea venga de la mano de hacer uniformes ministeriales al más puro estilo de la Guardia Suiza Vaticana, por eso de sacarle partido a los colores.

 Mientras la sociedad cambia lenta e inexorablemente, yo compararé los cuatro años en que se tardó el construir el edificio Metrópoli con los colores desvaídos del buzón arco iris, si es que para entonces existe Correos.

Lorena Hernández del Río