Las promesas del Gobierno

Pedro Sánchez y sus vicarios en nuestra provincia, el diputado nacional Antidio Fagúndez y Ana Sánchez, y la ex Mar Rominguera, nos anunciaron aquí, en un encuentro con su gente, mucho jubilado y escasa juventud,  en el Ramos Carrión, que la llegada de un contingente militar a Monte La Reina estaba hecha. Cierto que después aconteció ese castigo bíblico del coronavirus y que todo se detuvo…y el silencio reinó sobre la casa del Padre. Pero, como la pandemia económica parece un mal incontrovertible, el Gobierno necesitará invertir dinero público para crear empleo. No se olvide que se nos vendió lo de Monte La Reina como una posible salida –se necesitan más- para detener la despoblación galopante que sangra nuestra provincia. Y sabemos que Antidio Fagúndez es portavoz de este mal en el Congreso de los Diputados. Por lo tanto, la oposición debería exigirle al diputado por Zamora que le cuente cómo va este asunto militar. Así lo ha hecho Vox, a través de su Pedro Requejo, diputado también por nuestra provincia, y, con anterioridad, el PP. Silencio. Se rueda.

Este periódico ofreció la primicia de que Monte La Reina volvería a reutilizarse por el Ejército español. Una semana después, la entonces presidente de la Diputación, en su medio afín, periódico que siempre andará acompañado del poder, del que mande, del que disponga de dinero público, intentó hacer creer a los zamoranos que ese logro le correspondía a ella y al papel prensa que la entrevistaba. Pero el Gobierno de Sánchez reaccionó a la afrenta y nos explicó en la Subdelegación, con presencia de la entonces delegada del Gobierno en Castilla y León y del JEMA a quién debería adjudicarse el éxito de esa llegada a Zamora de militares. Punto.

Por principios, yo no creo en los políticos profesionales, ni en los de derechas ni en los de izquierdas. Aclaro que no incluyo a Guarido ni Requejo entre ese personal. Por lo tanto, desconfío de este Gobierno y, por supuesto, del PP. Zamora les importa un comino. Somos muy pocos y nuestras protestas apenas alcanzan la orilla de la política. Lo de Monte La Reina supondría una gran inversión para el Ejército, que lo considera una apuesta extraordinaria, tanto por sus dimensiones como por su situación geográfica y orográfica. Una ministra con talento y cabeza, rara avis en este ejecutivo, como Margarita Robles, escuchó la jerarquía militar y todo parecía dispuesto para construir todas las infraestructuras que demandaría esa instalación del Ejército. De hecho, técnicos militares estudiaron las necesidades de Monte La Reina, casi todas por cierto, para obrar en consecuencia. Pero, al parecer, el Gobierno de Sánchez también exigía a las instituciones públicas, como la Junta de Castilla y León, una aportación económica para la buena marcha del proyecto.

Pero me da a mí que Fernández Mañueco, como ocurrió con todos sus antecesores, Aznar, Lucas y Herrera, no está por esa labor de apoyo monetario a la inversión del ejecutivo central. Recuerdo que el presidente de la Junta llegó a un acuerdo con sus colegas de Aragón y Castilla La Macha, ambos socialistas, para salvar a una provincia de cada autonomía, y que Zamora, según el criterio del charro, hallase en mejor situación económica y demográfica que Soria, la elegida por el charro.

Yo sé que este ejecutivo, el que preside Pedro Sánchez, es el del pueblo, el de la gente sencilla y humilde, el que busca equilibrar la nación, las autonomías, las provincias, las ciudades. Como Zamora pasa por ser provincia menesterosa, abandonada, olvidada, espero que este Gobierno ensaye sus proyectos de reconstrucción económica en nuestra tierra. Los zamoranos, incluso los que votan a partidos conservadores o de centro,  le estaríamos profundamente agradecidos.  Mientras tanto, Antidio Fagúndez tiene la palabra. Pues entonces que hable d Monte La Reina. Por cierto, también le pediría al parlamentario socialista que nos cuente cómo van sus gestiones con Adif para la cesión de los terrenos de la Estación del Ferrocarril y lo de la restauración de la muralla, prometida por altos cargos socialistas cuando se desmoronó parte de la roca a ella adosada, en la zona de Las Vegas. Aún tengo, tenemos, memoria.

Eugenio-Jesús de Ávila