OPINIÓN
Ni presentes ni presentables
Óscar de Prada López
A perro flaco, todo son pulgas. La Comisión Europea ha empeorado su previsión de desplome para nuestra economía, con una caída del 10’9% del PIB –la anterior estimación por mayo era del 9’4%– y una tasa de paro cifrada en el 19’2% (antes, el 18’9%). Esto último, en caso de no producirse ningún rebrote que vuelva a paralizar el tejido productivo. Desde 2008 no se vivía un junio tan pésimo para el empleo, con 5.107 desempleados más a la cola. Ese incremento es muy inferior a los registrados en los meses de mayo, abril y marzo (26.573, 282.891 y 302.265 parados respectivamente). Pero según la ley de Murphy, la favorita de esta coalición, todo es susceptible de empeorar. También los récords negativos pueden superarse. Aunque nadie busque pasar a la Historia como el peor gobernante de todos los tiempos. ZP ya puede dormir tranquilo.
Es legítimo cuestionarse si Sánchez e Iglesias no habrán desarrollado en secreto una intolerancia severa a los actos públicos. Ésos en los que es previsible un contacto directo y masivo con aquellos a la que afirman representar, aumentando así el riesgo de encajar críticas y abucheos. Su ausencia en la misa funeral por las víctimas del covid-19, el pasado lunes, entra en la categoría de lo inexcusable. Acto al que sí asistieron los Reyes y sus hijas, por cierto. ¡Qué curioso que SS.MM. realicen una gira por toda España, aproximándose a la gente, mientras los altos cargos de este Gobierno progre prefieren ver los toros desde la barrera! Siempre les quedará el comodín de la ceremonia civil, el próximo 16 de julio, con presencia nutrida de representantes de la UE y la OMS. La misma organización cuyas recomendaciones sanitarias y sobre contabilización de fallecidos ignoraron Illa, Simón y compañía. Excusatio non petita, accusatio manifesta.
Dicho sea de paso, RTVE no retransmitió el funeral por nuestros paisanos. En cambio, sí emitió en directo y desde EE.UU. –al otro lado del charco– imágenes del funeral por George Floyd. La distancia con respecto a los acontecimientos condiciona que se les preste mayor o menor atención en los medios. Ésa es una lección de primero de carrera. Lo triste es que no se cubra algo relativo a tu propio país y a tus vecinos, simplemente porque no está tal personaje público o por no enturbiar los ánimos de la sociedad embebida en esta “nueva normalidad”. ¿Qué tiene de nuevo que sigan creyéndose las trolas del sanchismo y excusando de cualquier forma su nefasta gestión? ¿Qué tiene de normal que no se exija responsabilidades a quien hace y deshace, aun actuando y contradiciéndose? Cuando algo no funciona, se repara o se desecha. Extraordinario será que no se repita un 10N antes de Nochevieja.
Por terminar con una sonrisa, a estas horas un padre y su hijo están camino de Santiago. 111 kilómetros desde Sarriá, provincia de Lugo, en pos de la Compostela. Su perfil en Twitter (@CaminodeAlvaro) acumula ya más de 1.800 seguidores y merece la pena acompañarles, siquiera desde casa. Aunque se prohíban los abrazos al santo o las visitas a su tumba, la alegría por esta experiencia no ha de caer en saco rato. La misma que brilla en los ojos de Álvaro, el gran protagonista de esa andadura, cuando asiste a misa. A ilusión no le gana nadie y tiene una confesa, conocer al Papa. Mientras llega tal momento, de peregrino a peregrino, ¡buen camino!
A perro flaco, todo son pulgas. La Comisión Europea ha empeorado su previsión de desplome para nuestra economía, con una caída del 10’9% del PIB –la anterior estimación por mayo era del 9’4%– y una tasa de paro cifrada en el 19’2% (antes, el 18’9%). Esto último, en caso de no producirse ningún rebrote que vuelva a paralizar el tejido productivo. Desde 2008 no se vivía un junio tan pésimo para el empleo, con 5.107 desempleados más a la cola. Ese incremento es muy inferior a los registrados en los meses de mayo, abril y marzo (26.573, 282.891 y 302.265 parados respectivamente). Pero según la ley de Murphy, la favorita de esta coalición, todo es susceptible de empeorar. También los récords negativos pueden superarse. Aunque nadie busque pasar a la Historia como el peor gobernante de todos los tiempos. ZP ya puede dormir tranquilo.
Es legítimo cuestionarse si Sánchez e Iglesias no habrán desarrollado en secreto una intolerancia severa a los actos públicos. Ésos en los que es previsible un contacto directo y masivo con aquellos a la que afirman representar, aumentando así el riesgo de encajar críticas y abucheos. Su ausencia en la misa funeral por las víctimas del covid-19, el pasado lunes, entra en la categoría de lo inexcusable. Acto al que sí asistieron los Reyes y sus hijas, por cierto. ¡Qué curioso que SS.MM. realicen una gira por toda España, aproximándose a la gente, mientras los altos cargos de este Gobierno progre prefieren ver los toros desde la barrera! Siempre les quedará el comodín de la ceremonia civil, el próximo 16 de julio, con presencia nutrida de representantes de la UE y la OMS. La misma organización cuyas recomendaciones sanitarias y sobre contabilización de fallecidos ignoraron Illa, Simón y compañía. Excusatio non petita, accusatio manifesta.
Dicho sea de paso, RTVE no retransmitió el funeral por nuestros paisanos. En cambio, sí emitió en directo y desde EE.UU. –al otro lado del charco– imágenes del funeral por George Floyd. La distancia con respecto a los acontecimientos condiciona que se les preste mayor o menor atención en los medios. Ésa es una lección de primero de carrera. Lo triste es que no se cubra algo relativo a tu propio país y a tus vecinos, simplemente porque no está tal personaje público o por no enturbiar los ánimos de la sociedad embebida en esta “nueva normalidad”. ¿Qué tiene de nuevo que sigan creyéndose las trolas del sanchismo y excusando de cualquier forma su nefasta gestión? ¿Qué tiene de normal que no se exija responsabilidades a quien hace y deshace, aun actuando y contradiciéndose? Cuando algo no funciona, se repara o se desecha. Extraordinario será que no se repita un 10N antes de Nochevieja.
Por terminar con una sonrisa, a estas horas un padre y su hijo están camino de Santiago. 111 kilómetros desde Sarriá, provincia de Lugo, en pos de la Compostela. Su perfil en Twitter (@CaminodeAlvaro) acumula ya más de 1.800 seguidores y merece la pena acompañarles, siquiera desde casa. Aunque se prohíban los abrazos al santo o las visitas a su tumba, la alegría por esta experiencia no ha de caer en saco rato. La misma que brilla en los ojos de Álvaro, el gran protagonista de esa andadura, cuando asiste a misa. A ilusión no le gana nadie y tiene una confesa, conocer al Papa. Mientras llega tal momento, de peregrino a peregrino, ¡buen camino!

















