El PSOE de Zamora pasa la "pelota" de Monte La Reina al PP de Pucela

El socialismo zamorano, los vicarios de Pedro Sánchez en nuestra ciudad y provincia, muestra su preocupación por la deriva que ha ido adquiriendo el asunto militar de Monte La Reina. Y no sé por qué. Los medios locales, todos, guardan silencio sobre el particular. Ni una sola crítica. Todo va bien. No pasa nada. Solo este periódico, de papel y digital, ha censurado la actitud del Gobierno de la nación y de sus representantes en Zamora. El resto, nada. Solo sirven al poder, ya sea al PP o al PSOE, o al que ordene y mande y distribuya el dinero público en forma de publicidad.

Esta mañana, rueda de prensa de Ana Sánchez, procuradora y secretaria de Organización del PSOE de esta autonomía ahistórica. Intención diáfana. Pasarle la “pelota” militar a la Junta, como sucedió antaño con la autovía Portugal. ¡Y tú más!

Recuerdo que Antidio y Ana, ambos, hombre y mujer, jóvenes y risueños, se mostraron eufóricos, en su día, cuando el encuentro en el Ramos Carrión, con la llegada a Monte La Reina de una unidad militar del Ejército español, fórmula ideal para detener la despoblación galopante de nuestra provincia. Aquello fue maravilloso. Todos contentos. ¡Pedro Sánchez abrazado y besuqueado, admirado e idolatrado, el más guapo de la fauna política nacional y mundial en la ciudad del alma de Claudio Rodríguez!

Zamora y Toro saldrían beneficiadas con esa decisión gubernamental de la que, por cierto, Mayte Martín Pozo quiso apropiarse en célebre entrevista en el periódico foráneo al que todos ayudan a sobrevivir en una provincia que no da más de sí. Política y medio quisieron presumir del logro y de primicia. El Día de Zamora, con una semana de anterioridad, informó de esa posibilidad.

Los parlamentarios socialistas no asistieron a la convocatoria de Zamora10 porque, cuando se les hubiera preguntado sobre Monte La Reina, autovía entre Zamora y frontera lusa y restauración de la muralla, habrían guardado silencio o, en su beneficio, efectuado una larga cambiada al morlaco de la verdad.

Ahora, se sabe que Defensa pasa de Monte La Reina, que no hay dinero, y el poco que hay, más el que llegue de Europa, se destinará para paliar el hambre y acallar al separatismo de las dos comunidades más ricas y privilegiadas de España, como son la vasca y la catalana. En Zamora, no hay público, no hay gente, la rebeldía se murió con Bellido Dolfos o cuando J.Antolín Martín, siendo alcalde de Zamora, saltó la verja del cuartel Viriato y se encerró, durante un mes lunar, en las que fueron instalaciones militares.

Aquí, en nuestra tierra, solo late un corazón agropecuario, cada vez más pequeño, más infartado, necrosado; un par de asociaciones, como Zamora10 y Viriatos; un par de políticos, Guarido y Requejo, que hacen lo que pueden, aunque si la Junta y el Gobierno central no quiere, tampoco podrán, y un medio de comunicación que no traga con ruedas de molino, el que edita el que esto firma.

En esa rueda de prensa, como estaba previsto, la socialista zamorana, excelente actriz,  ha intentado quitarse la culpa de encima pidiendo a la Junta de Castilla y León que ponga pasta. Como Fernández Mañueco o la delegada en Zamora, Clara San Damián, responderán que esa acción correspondería, en todo caso, al Gobierno de la nación y, en concreto, al Ministerio de Defensa, nuestros socialistas argumentarán que Monte La Reina se queda sin destacamento militar porque el PP se ha negado a participar en la restauración y reconstrucción de lo que fuese campamento militar, en el que, entre otros, cumplió con la patria Felipe González, el socialista más inteligente y preparado entre los que presidieron el  ejecutivo de la nación y la Secretaría General del PSOE.

No obstante, si Valladolid, Palencia o Burgos clamasen por una dotación parecida a la que Zamora exige para Monte La Reina, el PP de Mañueco pondría el parné. ¡No faltaría más! Pero inyectar vida al cadáver de nuestra tierra no ha lugar para los gerifaltes populares de esta doble región y una sola “autonosuya”: suya de Pucela, suya de Burgos y de sus políticos y empresarios.

Ya escribí ayer que lo de Monte La Reina tornaba a oscuro, porque Madrid pasaba y porque nuestra tierra no cuenta para nada. Cada vez somos menos, más viejos, menos rebeldes y más estabulados en el redil de la impotencia. El futuro de Zamora pasa por construir residencias para que los mayores aguarden a las parcas confortablemente. Casi con seguridad, los empresarios de estas últimas moradas de la vida habrán tenido un pasado, o quizá todavía lo posean, político. La materia prima de nuestra provincia es el viejo. A un servidor ya no lo queda mucho para convertirme en anciano.

 Entre las falsas promesas del PSOE y el pasotismo del PP, Zamora huele a muerto. ¡Qué vengan los chinos a nuestra tierra para invertir en residencias del buen morir!

Eugenio-Jesús de Ávila