La Biorrefinería de Barcial y la prensa local

El Día de Zamora volvió a ofrecer la noticia más importante para nuestra provincia, como ya ejerció su papel informativo con la primicia sobre la verdad del incidente de Rosa Valdeón, al entrevistar al chófer del camión, o que el Ministerio de Defensa deseaba restaurar la profesión militar en Monte La Reina. A lo que iba: Acciona, una de las grandes empresas nacionales, construirá la planta de la Biorrefinería Multifuncional de Barcial del Barco, donde, si la dinámica se mantiene, a partir de noviembre de este maldito año 2020.

Pues esta información, de extraordinaria transcendencia para el futuro de nuestra provincia no la han recogido, aunque la copiasen, ninguno de los medios de comunicación locales, como si careciese de importancia. En absoluto. Sucede que les duele mucho que Vicente Merino Febrero, después de 14 años de combatir contra ejércitos políticos, como los que dirigía Villanueva en la Junta de Catilla y León, con su vicario en Zamora; intereses empresariales, como las de las multinacionales del azúcar, y la prensa, al servicio, como siempre, del poder, haya logrado su objetivo.

Esos 14 años de lucha, de putada, de zancadillas, de humillaciones sufridos por el ingeniero zamorano y leonés, Vicente Merino, merecerán, en su día, un libro, en el que se detallen todas las cuitas que este joven emprendedor sufrió durante ese periodo de tiempo por intentar hacer realidad un deseo que cambiaría la economía del noreste de la provincia zamorana y el sureste de la de León.

El mal, que existe en la política vallisoletana y también en sus adláteres en esta provincia, lo intentó todo. Contó con juntaletras lcoales, felones desde la cuna, traidores hasta del sonajero; periódico foráneo, pero editado en la provincia, más digitales y casi todas las emisoras, excepción hecha de la COPE de Zamora. Todos, en comandita, intentaron abortar ese sueño para que nunca se convirtiese en realidad. De vez en cuando, en la vida, no solo en las películas americanas, también triunfa en bien.

Inmensas ganas tengo de ver la cara del tipo que se cachondeó de Merino y su idea escribiendo un artículo, muy malo además, sobre no sé qué de los salmones, creyendo que se burlaba con su ingenio del ingeniero zamorano. Lógico. Siempre ha sido un servidor del vicario en Zamora del fallecido consejero de todo de la Junta de Castilla y León. Toda la prensa local, exceptuando a la COPE y a El Día de Zamora, se mofó de Merino y su Biorrefinería. Unos con más ferocidad y otros con cierto escepticismo. Unos servían y los otros no hallaban salida a esta industria.

La muestra de la fobia de los medios provinciales y provincianos hacia Vicente Merino se evidencia con el silencio guardado con esta nueva noticia, que también ofrecieron medios especializados a toda la nación. Para este gente, que va de profesional del periodismo por la vida, que Acciona construya la Biorrefinería en Barcial no es noticia. Que Zamora reciba la mayor inversión privada de su historia, más de 170 millones de euros, tampoco merece un titular a toda páginas en sus periódicos, de papel o digitales; apertura en informativos de radio y televisión…nada. Se creen que por evitar la buena nueva no existe. Me recuerda al estalinismo, que hacía desaparecer de las fotografías a sus enemigos cuando fueron íntimos en anteriores épocas.

Lo importante para nuestra provincia estriba en que todo está preparado para iniciar las obras de la Biorrefinería, que el proyecto de Merino se ejecutará, que cambiará la vida económica del noreste de Zamora y sureste de León. Desde mi candidez e ingenuidad, creo que nuestra tierra se halla ante una de las noticias más importantes de su historia contemporánea. Quizá me equivoque. Y esa prensa maravillosa, crítica siempre con el poder, cultísima, tenga toda la razón. Yo no dejo de ser un cretino, un periodista inculto, que desconoce el secreto de la sintaxis. Nada más.

Eugenio-Jesús de Ávila