Martes, 23 de Diciembre de 2025

Damaris Puñales-Alpízar
Martes, 04 de Agosto de 2020
DESDE LOS ESTADOS UNIDOS

Censo en los Estados Unidos: ¿quiénes cuentan?

[Img #42333]El pasado 21 de enero comenzó en los Estados Unidos el censo poblacional. Este conteo se lleva a cabo cada diez años, según lo estipula el artículo 1, sección 2 de la Constitución del país. Este es el 24º conteo oficial en la historia de la nación. En esta ocasión, sin embargo, el ejercicio se ha visto afectado por la crisis provocada por el coronavirus: las fechas han tenido que ser cambiadas, los conteos casa a casa fueron suspendidos, y lo más probable es que al final mucha gente se quede sin ser contada. En este minuto se estima que cuatro de cada diez casas no han sido todavía censadas. Las tasas de auto-respuesta (los cuestionarios que las personas envían por correo, o completan online) son incluso más bajas en algunas partes del país.

La información que el Censo provee es crítica para el marco jurídico, para los distritos escolares, los negocios privados, los departamentos de policía y de bomberos, etc. También, facilita la adecuada distribución de los recursos federales y del número de representantes que cada estado tiene en la Cámara de Representantes y demarca los distritos legislativos de los estados y del Congreso. La información demográfica provista por el Censo se usa, además, para calcular los beneficios federales de subvenciones, la redacción de la legislación, la planificación urbana y regional, la planificación empresarial, y para estudios académicos y sociales. En diciembre, el Buró del Censo debe dar a conocer los resultados finales, y el 31 de marzo del 2021, enviar los conteos para la redistritación electoral a los estados. Esta información es vital para rediseñar los distritos electorales según los cambios en la cantidad de población.

El conteo arrancó oficialmente en Toksook Bay, una ciudad rural de Alaska, en el Mar de Bering. Este es uno de los 220 pueblos y comunidades más aislados de Alaska. Siguiendo la tradición, el Director de la Oficina del Censo, Steven Dillingham, numeró personalmente la primera casa del ejercicio de este año. Muchos eventos han tenido lugar desde entonces, pero el más importante e impactante ha sido la crisis que a todos los niveles ha causado COVID-19.

Por ejemplo, según el sitio web del Censo[1], a mediados de marzo se detuvieron todas las operaciones de campo para garantizar que los oficiales y las personas en general no se contagiaran con el virus. Desde el 16 de julio, los encuestadores comenzaron nuevamente a visitar los hogares que no han respondido al Censo 2020 en algunas comunidades; para el 11 de agosto se espera que haya oficiales del Censo contando en todas las comunidades del país. En abril pasado, cuando se hizo evidente que el coronavirus no era cosa de juego, se decidió extender este tipo de entrevistas hasta fines de octubre. Si el virus no hubiese aparecido, las entrevistas habrían concluido normalmente el 31 de julio. Pero una vez más la fecha ha sido cambiada, y ahora se ha adelantado para el 30 de septiembre, lo que pone en riesgo la contabilización de todos los residentes del país. Por otra parte, no está claro tampoco hasta cuándo tendrían los residentes en los Estados Unidos para enviar sus cuestionarios de conteo por correo o para completarlos online. Inicialmente, la fecha última para ser contados de esta manera era el 31 de octubre, pero en el sitio oficial del Censo ahora dice que solo será posible hacerlo hasta que terminen los conteos casa a casa, sin que se ofrezca tampoco una fecha para ello. Extraoficialmente se ha sabido, sin embargo, que esto ocurriría el 30 de septiembre.

En circunstancias normales, siempre es complicado obtener información de ciertos grupos poblacionales: las familias con niños menores de cinco años, los inmigrantes o refugiados, los estudiantes, la población latina, las comunidades rurales, y las comunidades afroamericanas, ya sea por la inaccesibilidad a estos sitios, o por la desconfianza de los habitantes de estas comunidades para ofrecer información al gobierno. Debido a la magnitud que ha alcanzado la crisis del coronavirus en el país, estos y otros grupos poblacionales corren el riesgo de no ser contados, lo que repercutiría tanto en la asignación de recursos federales en sus comunidades como en la redistribución de los distritos electorales y, por ende, las posibilidades de ser representados en los diferentes niveles de gobierno.

Según el antiguo director nacional de la oficina de Censo, John Thompson, tener un tiempo tan limitado para terminar el conteo por casas podría resultar en una sobrerrepresentación de la población blanca no hispana, con consecuencias negativas para los grupos sociales menos favorecidos, como las comunidades afroamericanas, hispanas, y rurales.

El censo de este año ha sido problemático desde antes de empezar debido a que el presidente Donald Trump quería incluir preguntas sobre el estatus migratorio de las personas censadas. Al final estas preguntas no fueron incluidas.

Entre 1820 y 1950, el Censo siempre incluyó preguntas acerca de la ciudadanía o el lugar de nacimiento de las personas. Entre 1960 y el 2000, tales preguntas solo se le hizo a una fracción de la población en un cuestionario alternativo largo. En el 2010, la pregunta sobre la ciudadanía fue eliminada y solo se incluyó en la Encuesta a la Comunidad Americana, que cada año se envía a un número limitado de hogares.

            En marzo del 2018, sin embargo, el Secretario de Comercio, Wilbur Ross, quiso reinstalar tal pregunta sobre la ciudadanía para el Censo 2020 a petición del Departamento de Justicia. La Corte Suprema falló en contra, y a pesar de los esfuerzos del presidente Trump para incluir esa pregunta, esto no ocurrió.

            De acuerdo a la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos, en su documento público No. 18-966[2], “El Buró del Censo y sus ex funcionarios se han resistido a propuestas ocasionales de reanudar las preguntas de ciudadanía para todo el mundo, alegando que hacerlo desanimaría a los no ciudadanos a responder al Censo y conduciría a un recuento menos preciso de la población total” (3) .

            Las actuales circunstancias, sin embargo, parecen favorecer de manera indirecta las intenciones originales de dejar fuera del conteo a ciertos grupos poblacionales.

Damaris Puñales-Alpízar

[1] https://2020census.gov/en/news-events/operational-adjustments-covid-19.html?cid=23760:do%20you%20have%20to%20fill%20out%20the%20census:sem.ga:p:dm:en:&utm_source=sem.ga&utm_medium=p&utm_campaign=dm:en&utm_content=23760&utm_term=do%20you%20have%20to%20fill%20out%20the%20census

[2] https://www.supremecourt.gov/opinions/18pdf/18-966_bq7c.pdf

 

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