Sábado, 20 de Diciembre de 2025

Nélida L. Del Estal Sastre
Martes, 11 de Agosto de 2020
CON LOS CINCO SENTIDOS

Ni un solo día

[Img #42572]Así pasen diez años o una vida entera. Así pase la lluvia a bocajarro y borbotones y me inunde la cara desdibujando mis lágrimas últimas. Así el viento más caliente de la tierra azote mis huesos y me lleve a otra latitud desconocida y me invada el miedo. Así seguiré amando tu recuerdo en los días que me queden por vivir.

No quiero otros brazos sino los tuyos, ni acariciar otro rostro, ni que otras manos me toquen con ternura. No quiero que otros ojos me miren como me miras, como si estuvieras ante una niña desvalida, pero madura, con una infinita mezcla de deseo y ansia de protección hacia mi persona. Combatiendo con palabras o con abrazos el hecho de que, a veces, no estemos de acuerdo, que son muchas, pero eso me encanta, me embriaga.

Nos completamos en nuestras diferentes formas de concebir esto que hemos dado en llamar “sobrevivir”, tanto que me asusta prescindir algún día de tus diatribas, de tus enfados con el mundo porque el mundo es injusto y nos vamos a derrumbar los unos a los otros como se derrumban las piezas de ajedrez tras una buena y certera jugada, comiéndotelas y esbozando una sonrisa de satisfacción y victoria. Así es como acabamos las discusiones, con besos desgarradores que todo lo curan. Así es como debe de ser.

Siempre hemos pensado que nos encontrábamos por encima de la media y nos quedábamos tan anchos, sin pensar que la gente nos veía como a dos “arribistas” que creían estar en posesión de la verdad y de la honestidad. Pero es que resulta que así era, que así es. No me refiero a la inteligencia, no, hay personas con un acto cociente intelectual que se muestran distantes y absolutamente incapaces de sentir la menor empatía por nadie, siquiera son felices, no saben lo que ese término guarda tras de sí. Nosotros estamos por encima de la media en querer seguir aprendiendo día a día, como si fuéramos unos críos en el pupitre de un aula vacía. Estamos por encima de la media en la querencia de nuestras almas por el bien común y por la lucha hacia todos los que menos tienen, mál que nos pese y hasta nos cueste la salud física y mental. Pero ese es un peaje que estamos dispuestos a pagar por hacer las cosas bien.

Si es a tu lado y he de pagar ese peaje para viajar en tu tren hacia donde encuentres tu destino, compraré el billete de ida, sólo el de ida, porque no pienso volver. No.

Nélida L. del Estal Sastre

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.