VENDIMIA 2020 TORO
Una vendimia diferente, dictada por el protocolo del COVID-19
Rubén Gil: “La campaña 2020 se estima que comience casi con el cambio de mes”
Según el artículo 26 de la Ley 8/2005, de 10 de junio, de la Viña y del Vino de Castilla y León y el Decreto 50/2018, de 20 de diciembre se establece cada campaña de vendimia, para así, regular los criterios de “defensa y mejora de la calidad; y de los rendimientos, límites máximos de producción y transformación, la forma, condiciones y control del riego, o cualquier otro aspecto de coyuntura anual que pueda influir en estos procesos”, además de las normas a los viticultores y elaboradores. La Denominación de Origen Toro ha dictado las normas que rigen la campaña de vendimia 2020, separadas en tres partes. En primer lugar se establecen las normas de carácter general, por las que se informa que todas ellas son de “obligado cumplimiento” para todos los viticultores y bodegas inscritos. Además, también se comunica que es obligatorio el lavado de las cajas, compotas y remolques después de cada descarga, por ello, “es obligatorio que las bodegas pongan a disposición de los viticultores los medios necesarios para el lavado con agua abundante de los remolques de vendimia y de las cajas o comportas una vez efectuada la descarga”, señalan desde la D.O. Toro.
Además, se ha establecido un protocolo COVID-19, publicado en el BOCYL, el 17 de julio. Entre las medidas, se destaca: las personas trabajadoras deberán de mantener la distancia de seguridad interpersonal de al menos 1,5 metros en el desarrollo de la actividad laboral; se debe de evitar- en la medida de lo posible- “utilizar equipos y dispositivos que hayan sido utilizados en la jornada de trabajo por otro trabajador, salvo que estén desinfectados antes de usarlos”, además del uso del gel desinfectante antes y después de cada uso; cuando trabajen a la vez más de 10 personas, se deberá establecer grupos o cuadrillas estables de 10 o menos trabajadores, “de manera que se garantice el distanciamiento permanente entre personas de distintos grupos, no debiéndose reducir la distancia de 1,5 metros ni aun usando mascarilla y evitando en todo caso el intercambio de trabajadores entre grupos”, se detalla en el BOCYL.
El comienzo de la vendimia en las primeras bodegas se estima que comience “casi con el cambio de mes”, señala Rubén Gil, gerente de la D.O. Toro. “Seguidamente habrá bodegas que abran para hacer los pies de cuba fermentativos, y seguramente, la ´vendimia de verdad´, en Toro, comience a partir de la Virgen del Canto, la segunda semana de septiembre, lo cual es un adelanto de en torno a una semana, diez días, frente a otros años”, detalla el gerente.
Esta vendimia 2020 los kilogramos máximos a recolectar suponen un aumento del 10% “del rendimiento máximo para todas las variedades permitidas recogidas en el Pliego de Condiciones de la DOP TORO Vigente, consecuencia del importante incremento de precipitaciones que ha provocado una mayor cantidad de uva en las viñas”, manifiesta Gil. Esto es: 6.600 kg / ha para la Tinta de Toro y 9.900 kg/ha para las variedades Garnacha tinta, Verdejo y Malvasía Castellana.
La D.O. Toro también establece normas que afectan directamente a los viticultores. Entre estas, destaca que todos ellos “que entreguen uva a una bodega elaboradora acogida a esta D.O. deberán tener previamente inscritos sus viñedos en el Registro de Viñas del Consejo Regulador”, además de disponer una tarjeta electrónica de viticultor de uso individual.
En relación con la actuación de los veedores y controles de vendimia, se comunica que diariamente se llevará un control de cada bodega, “en la medida de lo posible coincidiendo con una descarga de uva, para lo cual el veedor y la bodega intentarán ponerse de acuerdo”. En el control, el veedor realizará comprobaciones con el fin de verificar que dicha bodega está cumpliendo con todas las normas, y con el resto de las condiciones establecidas en el Reglamento y en el Pliego de Condiciones de la D.O.
Una jornada intensa
Todo esto es el protocolo de un trabajo intenso y duro. Una jornada de un trabajo en la que el vendimiador se levanta sobre las 6.30- 6.45 horas de la mañana; queda a las 7.15 horas- aproximadamente- para ir a las tierras; y comienza su jornada laboral a las 8.00 horas, cuando comienzan a salir los primeros rayos de sol. Un joven que lleva vendimiando varios años manifiesta que hay varios tipos de trabajo: uno intensivo, en el que se está desde las 8.00 horas, hasta las 16.30 horas, con media hora de almuerzo; y otro de 8.00 horas, a 14.00 horas; y de 16.00 horas, a 18.00 horas, con una hora de comida, y media hora de almuerzo. “Las horas de calor más fuertes te las evitas haciendo el intensivo”, señala con su experiencia personal. También infiere que el sueldo oscila entre los 6,25 euros la hora, y que suele durar un mes.
Una gran tradición en la historia
El vino de Toro tiene una gran tradición que se remonta a la época anterior al asentamiento de los romanos. Según la página web de la D.O. Toro, en la Edad Media también tuvo gran importancia ya que tuvieron “gran aprecio”, y se les concedieron privilegios reales, que permitían la comercialización en lugares donde la venta de vinos estaba prohibida. En el siglo XIX, también tuvo importancia, ya que “se exporta en grandes cantidades a Francia para suplir la falta de vino provocada por la plaga de la filoxera”, según narra la D.O. Toro. La Denominación de Origen Toro tiene su origen en 1987; aunque en los años 70 del siglo pasado, según informan, “se dan los primeros pasos para crear lo que con el paso del tiempo llegaría a ser la D.O. Toro”.
Según el artículo 26 de la Ley 8/2005, de 10 de junio, de la Viña y del Vino de Castilla y León y el Decreto 50/2018, de 20 de diciembre se establece cada campaña de vendimia, para así, regular los criterios de “defensa y mejora de la calidad; y de los rendimientos, límites máximos de producción y transformación, la forma, condiciones y control del riego, o cualquier otro aspecto de coyuntura anual que pueda influir en estos procesos”, además de las normas a los viticultores y elaboradores. La Denominación de Origen Toro ha dictado las normas que rigen la campaña de vendimia 2020, separadas en tres partes. En primer lugar se establecen las normas de carácter general, por las que se informa que todas ellas son de “obligado cumplimiento” para todos los viticultores y bodegas inscritos. Además, también se comunica que es obligatorio el lavado de las cajas, compotas y remolques después de cada descarga, por ello, “es obligatorio que las bodegas pongan a disposición de los viticultores los medios necesarios para el lavado con agua abundante de los remolques de vendimia y de las cajas o comportas una vez efectuada la descarga”, señalan desde la D.O. Toro.
Además, se ha establecido un protocolo COVID-19, publicado en el BOCYL, el 17 de julio. Entre las medidas, se destaca: las personas trabajadoras deberán de mantener la distancia de seguridad interpersonal de al menos 1,5 metros en el desarrollo de la actividad laboral; se debe de evitar- en la medida de lo posible- “utilizar equipos y dispositivos que hayan sido utilizados en la jornada de trabajo por otro trabajador, salvo que estén desinfectados antes de usarlos”, además del uso del gel desinfectante antes y después de cada uso; cuando trabajen a la vez más de 10 personas, se deberá establecer grupos o cuadrillas estables de 10 o menos trabajadores, “de manera que se garantice el distanciamiento permanente entre personas de distintos grupos, no debiéndose reducir la distancia de 1,5 metros ni aun usando mascarilla y evitando en todo caso el intercambio de trabajadores entre grupos”, se detalla en el BOCYL.
El comienzo de la vendimia en las primeras bodegas se estima que comience “casi con el cambio de mes”, señala Rubén Gil, gerente de la D.O. Toro. “Seguidamente habrá bodegas que abran para hacer los pies de cuba fermentativos, y seguramente, la ´vendimia de verdad´, en Toro, comience a partir de la Virgen del Canto, la segunda semana de septiembre, lo cual es un adelanto de en torno a una semana, diez días, frente a otros años”, detalla el gerente.
Esta vendimia 2020 los kilogramos máximos a recolectar suponen un aumento del 10% “del rendimiento máximo para todas las variedades permitidas recogidas en el Pliego de Condiciones de la DOP TORO Vigente, consecuencia del importante incremento de precipitaciones que ha provocado una mayor cantidad de uva en las viñas”, manifiesta Gil. Esto es: 6.600 kg / ha para la Tinta de Toro y 9.900 kg/ha para las variedades Garnacha tinta, Verdejo y Malvasía Castellana.
La D.O. Toro también establece normas que afectan directamente a los viticultores. Entre estas, destaca que todos ellos “que entreguen uva a una bodega elaboradora acogida a esta D.O. deberán tener previamente inscritos sus viñedos en el Registro de Viñas del Consejo Regulador”, además de disponer una tarjeta electrónica de viticultor de uso individual.
En relación con la actuación de los veedores y controles de vendimia, se comunica que diariamente se llevará un control de cada bodega, “en la medida de lo posible coincidiendo con una descarga de uva, para lo cual el veedor y la bodega intentarán ponerse de acuerdo”. En el control, el veedor realizará comprobaciones con el fin de verificar que dicha bodega está cumpliendo con todas las normas, y con el resto de las condiciones establecidas en el Reglamento y en el Pliego de Condiciones de la D.O.
Una jornada intensa
Todo esto es el protocolo de un trabajo intenso y duro. Una jornada de un trabajo en la que el vendimiador se levanta sobre las 6.30- 6.45 horas de la mañana; queda a las 7.15 horas- aproximadamente- para ir a las tierras; y comienza su jornada laboral a las 8.00 horas, cuando comienzan a salir los primeros rayos de sol. Un joven que lleva vendimiando varios años manifiesta que hay varios tipos de trabajo: uno intensivo, en el que se está desde las 8.00 horas, hasta las 16.30 horas, con media hora de almuerzo; y otro de 8.00 horas, a 14.00 horas; y de 16.00 horas, a 18.00 horas, con una hora de comida, y media hora de almuerzo. “Las horas de calor más fuertes te las evitas haciendo el intensivo”, señala con su experiencia personal. También infiere que el sueldo oscila entre los 6,25 euros la hora, y que suele durar un mes.
Una gran tradición en la historia
El vino de Toro tiene una gran tradición que se remonta a la época anterior al asentamiento de los romanos. Según la página web de la D.O. Toro, en la Edad Media también tuvo gran importancia ya que tuvieron “gran aprecio”, y se les concedieron privilegios reales, que permitían la comercialización en lugares donde la venta de vinos estaba prohibida. En el siglo XIX, también tuvo importancia, ya que “se exporta en grandes cantidades a Francia para suplir la falta de vino provocada por la plaga de la filoxera”, según narra la D.O. Toro. La Denominación de Origen Toro tiene su origen en 1987; aunque en los años 70 del siglo pasado, según informan, “se dan los primeros pasos para crear lo que con el paso del tiempo llegaría a ser la D.O. Toro”.
