El Quesos el Pastor se faja ante un gran Avenida y acaba el partido de pie.

Apenas transcurridos 3 minutos, las de casa ganaban 8 a 4, con dos triples consecutivos, pero a partir de ahí la máquina perfumera se ponía en marcha y se iba imponiendo en todas las fases del juego, para acabar el primer periodo en un 13-21.

En el segundo periodo las visitantes aceleraron y gracias a su gran acierto en los tiros, iban poniendo tierra de por medio. Las anfitrionas no acertaban  a parar el vendaval y ni los dos pasos por el confesionario sirvieron para enmendar el rumbo, con muchas pérdidas de balón ante la intensa presión de las contrarias, que ponían en la cancha una forma física excepcional.

A la vuelta de los vestuarios, con un marcador 31-48, Íñiguez insistía en la presión por todo  el campo, sin que las de Juliá acertaran a sortearla o los árbitros a aliviarla ante las quejas de las jugadoras queseras, algunas veces con razón. Si a todo ello unimos un parcial de 0-13 podemos entender que este tercer tiempo acabara con 42-74 y un último periodo para echarse a temblar.

Íñiguez quiso probar y dio entrada a jugadoras que cuentan con menos minutos y aquello sirvió para reducir diferencias. Un parcial de 8-1, seguido un 5-0 sirvió para que las de Juliá ganaran este último cuarto y para reducir las diferencias en el marcador que se quedó clavado en 64-87.

Salas, que hizo un buen partido en ataque, fue la máxima anotadora de las de casa con 13 puntos, dejando, por primera vez, constancia de lo importante que puede ser para el equipo, a la que se irán sumando otras jugadoras que, por distintas circunstancias, aún no han aportado nada. Para preocupar, el hecho de que Quirante -que ronda 1,70 de altura- haya sido la máxima reboteadora de las suyas. Faussurier no contó con ningún minuto por padecer un esguince en uno de los nudillos de su mano derecha.