Sin ánimo de lucro

Cuando el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad se quedó en mi casa para comer de mi comida y sangrarme todo lo que pudiera hasta dejarme en los huesos el cerebro, me impliqué. Me mudé de Comunidad Autónoma a otra menos belicista y sorda, y recalé en Zamora, porque en el estío era aquí donde pasé mis mejores momentos infantiles y juveniles. Tengo una hija de 22 años con TDAH severo, con diagnóstico desde los tres años y muchas putadas a sus espaldas, operaciones incluidas por palizas. Por eso volví a esta ciudad de provincias, más sosegada y tranquila, más amable. O eso creía.

Llevamos trabajando en esta ciudad y en toda la provincia casi 9 años. Y es como si no hubiéramos hecho nada para los que mandan, cuando lo hemos hecho todo para los afectados. Escuelas de Padres, Talleres infantiles y juveniles con expertos, incluso llegamos a recorrer toda la provincia para divulgar y llevar ayuda y apoyo a las familias con afectados. Amén de traer a Zamora a los más reputados especialistas en la materia del país en nuestras jornadas anuales, siempre multitudinarias y muy dadas ellas a las fotos de “por el interés te quiero Andrés” de políticos , con Rafael Guerrero Tomás, José Ramón Gamo, Javier Lozano, el Juez de menores de Granada D. Emilio Calatayud, Unidad Focus de Coruña. Lo mejor de lo mejor. Siempre.

Pues bien, se nos paga con miseria. Con un agravio comparativo que no es de ley por el trabajo que desarrollamos y hemos desarrollado durante estos intensísimos años de un no parar constante. Os prometo, porque yo no juro, que decir lo que voy a decir, exponer lo que voy a exponer a continuación me ha causado muchos quebraderos de cabeza, muchos dimes y diretes conmigo misma. Pero ya me da igual. Hay un tope para todo y para la Asociación a la que represento, AZADAHI TDAH ZAMORA, ese tope se ha rebasado con creces, de manera chulesca, y obviando y ninguneando a miles de niños, jóvenes y adultos de esta despoblada provincia que se muere, porque los que mandan, nos están matando a todos. Nos están llevando al ostracismo y a no querer seguir luchando porque no le vemos luz por ninguna parte a nuestros esfuerzos. Ninguna.

Quiero empezar esta carta al Ayuntamiento de Zamora, a la Diputación Provincial y a la Consejería de Familia de la Junta de Castilla y León con un dato: la revista médica “The Lancet”, la más seria y fiable revista médica del mundo, en un artículo de no hace mucho tiempo, confirmó de manera empírica que el 25% de los presos de las cárceles mundiales eran afectados por el TDAH que no habían sido diagnosticados. Ya de por sí, este dato, acojona. Sí, acojona. Es real. Dejado este dato demostrable (véase la web de la revista “The Lancet” o la web del diario “La Vanguardia” que lo reflejó y tradujo en su momento. Son pruebas, son hechos. Yo no me ando con gilipolleces) comienzo pues.

El Excelentísimo Ayuntamiento de Zamora nos ha cedido en régimen de “precario” (manda narices, que hasta el término, yo como leguleya, le encuentro cierta sorna perversa…) un local en la Avenida de la Plaza de Toros. Local que hemos de compartir, a su vez, con otra asociación que hace una labor imprescindible, como creo que es la nuestra. Pues bien, a ambas asociaciones nos tiene este Ayuntamiento, en un espacio de 40 metros cuadrados, sin mobiliario (hemos tenido que pedir prestado a particulares mesas, sillas y otros enseres) y, lo que es más sangrante, en esta cesión en precario, siendo ambas asociaciones sin ánimo de lucro, hemos de pagar el agua, la luz, la tasa de basuras y todo lo que se tercie.

Bonita manera de ayudar la de este Ayuntamiento con claro signo “social”. Permítaseme un sonoro “los cojones”. No pagamos renta alguna, faltaría, pero sí hemos de hacer frente a todos y cada uno de los gastos que genera el local, tenga actividad o no. Con la pandemia, como os habréis podido imaginar, la actividad desde marzo de 2020 ha sido nula de manera presencial, pero hemos organizado, a través de la Federación regional a la que pertenecemos, así como a la Federación Nacional, un programa de psicoeducación mediante charlas virtuales con especialistas de cada provincia de la región para nuestros asociados, le hemos puesto como título “Manejo del TDAH en tiempos de coronavirus”. No paramos, aunque ni nos veáis.

El Ayuntamiento de Zamora de I.U. deja en precario el susodicho local de 40 metros cuadrados a dos de las asociaciones más activas de la capital y de la provincia. Sé que mis palabras no van a tener mucho predicamento entre las gentes de izquierdas, que son las mías desde que me destetaron del seno materno. Por eso me fastidia más el asunto.

¿Qué hemos de hacer para que se nos considere como algo importante con la cantidad de familias a las que atendemos en su totalidad? Porque este trastorno, amigos míos, es crónico. Lo tienes siempre, hasta que te mueres. Por eso atendemos a niños, jóvenes y a adultos.

Ahora es el momento en el que hago de mal padre, como hace este Ayuntamiento, y comparo a las asociaciones como un mal padre compara a sus hijos. Las comparaciones son odiosas, pero no me queda otra opción. A alguna asociación con muchos menos afectados que la nuestra se le han cedido los terrenos para construir un centro para desarrollar su actividad, la Diputación Provincial le ha adjudicado unas cuantas decenas de miles de euros para comprar los enseres necesarios y la siempre sorprendente para mal Junta de Castilla Y León, esa que más que unir, desune, les va a dotar de todo lo necesario y sufragará el 100% de los gastos para la construcción de un edificio “ex profeso” para ellos. Maravilloso. Absolutamente maravilloso.

Y entonces, cabreada y cansada después de tantos años, me pregunto ¿Y el TDAH de Zamora tiene que compartir un miserable local de 40 metros cuadrados con otra asociación, pagando entre ambas el 100% de los gastos de luz, agua, basuras y su puñetera madre en bicicleta? En este reducido, ridículo, frío en invierno y atorrante en verano reducto, como si fuéramos “Los Miserables” de Víctor Hugo.

¿Puede tener a bien alguna persona el simple hecho de explicarme la razón por la cual este Excelentísimo Ayuntamiento, junto a la reverendísima Diputación Provincial y la adoradísima Junta de Castilla y León, tan sociales todos ellos, nos abandonan de este modo tan flagrante y expeditivo? ¿Por qué razón no se es más generoso con esta asociación AZADAHI que ha dado tan grandes momentos a los políticos y muchos más, miles, entre los afectados, y nos da ya, de una puñetera vez, lo que nos corresponde y que va acorde a nuestro trabajo? ¿Acaso no sabéis que la Junta Directiva paga de su propio bolsillo los viajes a otras provincias, que suplica a patrocinadores para sacar algo de peculio para pagar a los ponentes que traemos para regocijo de los medios y la foto fácil?

Llevo representando a esta asociación desde que la creamos entre 8 un frío mes de enero de 2012. Me dijeron que tenía palabra, imagen, dialéctica, que yo debía de ser la que presidiera este colectivo de familias enteras. ENTERAS. Padres con TDAH, hijos con TDAH, todos en la misma casa. Accedí, dejé todo por dar voz a los que, como mi hija, sufrieron, sufren y sufrirán todo tipo de vejaciones, abusos, acosos y otras cosas cuya magnitud no voy a contar, aunque la sepa, porque eso me da para escribir dos libros enteros, y de los gordos, con enjundia.

He, hemos, ido llevando el nombre de Zamora por toda España. A quien corresponda, que me conteste, que me explique, que se retrate. Ya está tardando.

Nélida L. del Estal Sastre