Martes, 23 de Diciembre de 2025

Marino Carazo
Domingo, 15 de Noviembre de 2020
SANIDAD

El decretazo de la Junta humilla a los trabajadores sanitarios

Y conculca todos sus derechos

[Img #45943]Desde que en febrero se instaló entre nosotros el dichoso Covid19, y se decretó, el 14 de marzo, el Estado de Alarma, la vida nos ha cambiado a todos sustancialmente, pero son los continuos recortes en Sanidad de los últimos años, de la práctica totalidad de las CCAA, lo que nos ha dejado con el culo al aire cuando más urgente y necesaria eran las dotaciones de material y unos recursos humanos suficientes.

Cuando, al final, llegó el "lobo", no había respiradores, ni suficiente personal, ni material de protección, que nuestros sanitarios se construían con el plástico de las bolsas de basura. Conozco profesionales que, al no disponer en el propio hospital, se compraban las mascarillas en las farmacias para su uso profesional. Unas mascarillas FPP2 en las que invertían, entonces, 17 euros al principio, y aún así escaseaban, y nunca menos de 10€, hasta que se empezaron a suministrar en el propio hospital.

Sólo una dedicación exhaustiva de los equipos sanitarios suplió, en gran parte, las deficiencias creadas por la desviación de fondos desde la Sanidad Pública a privatizaciones y la nula previsión.

Los contagios que se produjeron en la primera ola de la Pandemia entre médicos, enfermeras y resto del personal, no fue nada desdeñable, de los mayores del mundo, y se achacó a la falta de EPIs y material protector.

Con la desescalada, nuestros administradores sanitarios se durmieron en unos laureles que no les pertenecían porque nunca se los habían ganado y... volvieron a abandonar la Sanidad Publica a su suerte. A las promesas manifestadas de la necesidad de incrementar el número de profesionales, de dotar de un material suficiente y, sobre todo, de contratar rastreadores, la respuesta general fue prácticamente... NULA.

La segunda ola llegó, con más fuerza que la primera, y de nuevo, a pesar de los meses transcurridos, los volvió a pillar en bragas. Nadie ha hecho nada al respecto excepto... seguir humillando, insultando y, casi, intentar esclavizar a nuestros trabajadores sanitarios a golpe de Decreto. (Compruébese leyendo el Decreto 2/2020, de 12-nov, publicado, con toda alevosía y casi nocturnidad, el sábado 14-nov,)

Entre la no contratación de nuevos profesionales, para aliviar la excesiva concentración de trabajo, ya insoportable, a Verónica Casado, en connivencia con el ínclito Francisco Igea, y firmado por  Mañueco, la única solución que se les ocurre es poco menos que esclavizar a nuestros médicos y enfermeras, dictando un decretazo que permite, siempre que a juicio de las diferentes Gerencias provinciales haya algún tipo de emergencia. Medidas como anulación de permisos y vacaciones, supresión de descansos, doblar turnos, hacer jornadas de 12 horas ininterrumpidas, suprimir jubilaciones y, como guinda, cualquier traslado a otro centro hospitalario de la misma o cualquier otra ciudad de la Comunidad castellano leonesa, es su forma de tapar la falta de personal de la que son culpables. Algo tan dictatorial como inconstitucional, ya que conculca, en la propia redacción, todos los derechos laborales de estos trabajadores.

Quizás porque no les interese el bienestar personal de sus trabajadores, lo cierto es que el Decreto no aborda ni da solución a las consecuencias personales, económicas y de salud de quienes se vean inmersos en un trasladado forzoso al que les pueden obligar. Tampoco hablan del riesgo añadido de contagio en unas jornadas maratonianas a la fuerza y el consecuente mayor contacto con los pacientes.

Ni establece cómo resolver el alojamiento de estos desplazados o la dificultad de dónde y con quién van a dejar, estos trabajadores, a sus hijos. Problemas innumerables de tipo doméstico que dejan a que cada cual... se las apañe. En realidad este decreto deja entrever el desprecio de las autoridades sanitarias hacia sus trabajadores.

Un Decreto que, dice su introducción, se basa en la declaración del Estado de Alarma y que tendrá una validez de 12 meses prorrogables, justo el doble previsto para el periodo de Alarma, que criticaron por excesivamente largo. Un Estado de Alarma tan "light" que diversos Tribunales Superiores autonómicos han echado abajo las medidas autonómicas propuestas por conculcar derechos de las personas tales como la libertad de ir de puente o limitarles la movilidad por el Toque de Queda. Pero ¿qué pasa? ¿Es que los únicos derechos que se pueden conculcar impunemente, son los de nuestros médicos y enfermeras? Unos equipos de enfermería que en Zamora, en el Virgen de la Concha, a día de hoy han de recoger, tras una extensa jornada de trabajo, incluso, las bolsas con los uniformes de toda la planta para entregarlos a lavar. ¿Tampoco se puede contratar personal para este tipo de tareas?

Si esto se decretara para cualquier otro colectivo, nadie, absolutamente nadie se presentaría en sus puestos de trabajo hasta que no se retirara el Decreto y hubieran dimitido los responsables, pero... saben de sobra que los trabajadores de nuestra Sanidad Pública, siempre estarán cuidando a sus pacientes en las condiciones que sean y, aún, a riesgo de sus propias vidas y las de sus familiares más directos. Por eso es más indigno y diabólico este Decreto de semi-esclavitud que acaba de publicar la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León contra sus Sanitarios.

Se ha de hacer hincapié, también, en la dificultad que nuestros sanitarios contagiados, curados algunos, pero muchos otros aún con secuelas serias, están teniendo para que la Covid19 se incluya en la calificación de "enfermedad profesional" Parece que "Salud Laboral" no la considera así porque "no se puede saber dónde se han contagiado" lo que añade a la impotencia la desesperación de verse insultados. Muchos de los trabajadores sanitarios, me consta, hace tiempo que no ven a su padres o abuelos, viven una especie de confinamiento voluntario en su casa, sin acercarse demasiado a sus hijos o, incluso, haciendo, en casa, vida separada de sus parejas.

¿Es que cree Salud laboral que los afectados por los terribles brotes, con alto números de contagios, en plantas como Cardiología, Digestivo y otras del Virgen de la Concha en Zamora, se contagiaron todos haciendo botellón en el bosque de Valorio?

Hasta Fernando Simón se ha manifestado, injustamente y desafortunadamente, en este mismo sentido. La diferencia es que 50 colegios de médicos han pedido su dimisión y, sin embargo, ni uno sólo ha pedido que despidan a los responsables de Salud Laboral y a cuantos se opongan a que se incluya como enfermedad laboral.

Si no cuidamos a los que nos cuidan, difícilmente los mantendremos aptos y en condiciones para que, llegado el momento, puedan preocuparse por nosotros. ¡Ellos no se merecen vuestra dedicación, nosotros la necesitamos!

Así que Casado, Igea, Mañueco... Para ayer, ya es tarde, ¡RETIRADA DEL DECRETO DICTATORIAL CONTRA LOS TRABAJADORES SANITARIOS... YA!

Marino Carazo Martín

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