El finiquito de la patria

Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Arnaldo Otegui poseen el mismo concepto de patria, comunista, y querencia ideológica. Si bien un marxista carece de patria, porque la suya es la tierra toda, que tiene por propietario, según el inefable Zapatero, la madre del cordero confederal, al viento. Marx y casi todos los bolcheviques fueron judíos de raza, de religión, si bien el genio de Tréveris se convirtió al cristianismo luterano. Y un semita carece de patria. De ahí su internacionalismo. El fascista,  en esencia ateo, que es un marxista patriótico, sí tiene patria: Italia, Alemania, Inglaterra, Escocia, Argentina…

A todo comunista España no le gusta nada. Ni su historia, ni su literatura, ni su gente, ni sus símbolos, ni himnos, ni nada. Porque vive con la derrota en su mente. Y a nadie le gusta perder. Ahora, de momento, ganan, merced a otros patriotas racistas, como Otegui, líder de un partido político heredero de ETA, una banda comunista que mató a casi mil españoles, entre ellos niños, mujeres y ancianos; Rufián, un  charnego que debe demostrar ser más catalán que Pujol, portavoz de un partido como ERC, fascista en su origen, tanto que, tras el golpe del 6 de octubre de 1934 contra el Gobierno legítimo de la II República, uno de sus líderes, Dencàs, que se definía como nacional-socialista, huyó por las alcantarillas de la Generalidad rumbo a Italia, donde fue recibido por dirigentes fascistas italianos, y añadamos como socios del ejecutivo social comunista  al resto de formaciones que nacieron en el odio a España, a toda su cultura, desde su idioma, hablado por casi 600 millones de personas, hasta su historia: Reconquista, Descubrimiento de América, Guerra de la Independencia, Restauración.

Hubo un PSOE consciente y español, el que lideró Besteiro, el que advirtió a Largo Caballero e Indalecio Prieto de la deriva a la que conducían a la República y a España: “La reacción contra ese error de la República de dejarse arrastrar a la línea bolchevique, la representan genuinamente, sean los que quieran sus defectos, los nacionalistas que se han batido en la gran cruzada antiComitern." El PSOE de Felipe González, con sus múltiples corrupciones, concordaba más con el de Besteiro. Ahora bien, el de Zapatero y Sánchez, teoría y praxis, regresó al de Largo Caballero: “Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la Guerra Civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos."

Pregunta cándida: ¿Los enemigos jurados de la actual democracia, de la Constitución de 1978, de España, entre los que se encuentra Podemos, Bildu, ERC, PNV y la ultraderecha catalana, aprobarían un Presupuesto General del Estado 2021 que fuese bueno, positivo, extraordinario para la nación? Jamás. ¡Cómo querrían filoetarras y golpistas catalanes que España progrese, avance, destaque, cuando su objetivo es derribar el actual régimen, trocear España en unas cuantas naciones, reinos de Taifas, entre las que quizá se hallará nuestra provincia –habrá que exigir un Estado para Zamora-, desmoronar este sistema para conceder plebiscitos en País Vasco y Cataluña y después crear una confederación: unión de estados que conservan su soberanía y acuerdan determinadas leyes. Traduzco: Cataluña y País Vasco, ignoro adoptarán esa opción otras regiones, se constituirán en estados independientes. La Monarquía democrática quizá se mantenga en algunas autonomías que desprecien marchar hacia la confederación republicana. El sueño de Prat de la Riva y de Sabino Arana se habrá hecho realidad gracias a Pablo Iglesias, ¡ Otegui  y la ETA, de Pujol y sus malandrines. No va más. “No llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”. Frase de Aixa, madre de Boabdil, cuando rindió Granada. Los que amamos la democracia, la libertad y a España tendremos muchas lágrimas que derramar. Cuando así sea, mejor junto al mar.

“Os permito, tolero, admito, que no os importe la República, pero no que no os importe España. El sentido de la Patria no es un mito”. Azaña, autor de la frase, se revolverá en su tumba francesa, en Montauban, cuando su patria, también la mía y la de millones de españoles, se quiebre, se desmorone, desaparezca. Queda muy poco: esta legislatura conocerá su finiquito.

Eugenio-Jesús de Ávila