Zamora, la ciudad de España donde más se tarda en vender una vivienda

Zamora es la capital de provincia española donde más se tarda en vender una vivienda: 15 meses. No compran jóvenes, sino jubilados que regresan. Tal cual. Esta información aparece hoy en el Confidencial, firmado por David Brumat, que se basa en un estudio de idealista, que analiza el mercado durante la pandemia. Madrid (3,8 meses)  y Barcelona (4,5) donde se tarda menos.

Este informe no me sorprende. Lógico que nuestra ciudad ocupe también la última posición entre todas las ciudades de España. Zamora siempre lidera cualquier clasificación negativa en actividad económica, emigración y pérdida de población. Este estudio solo ha refrendado el estado comatoso de nuestra capital y su provincia. Y todo irá a peor, si ya no se ha tocado fondo, más si el Gobierno de la nación y el ejecutivo autonómico nos siguen ignorando en sus presupuestos, aunque sus respectivos vicarios, diputados, senadores y procuradores intenten defender lo imposible.

Los zamoranos deberían convencerse de una puñetera vez que estos políticos que dicen representarnos en parlamentos autonómicos y nacionales piensan más en sus partidos que en su tierra. Cierto que Ana Sánchez y Martín Benito se lo curran y que sus críticas a la Junta me parecen acertadas; pero guardan silencio cuando se trata de analizar las acciones políticas del ejecutivo de Pedro Sánchez. La ley del embudo. Verbigracia: los presupuestos del Gobierno autonómico, según los procuradores zamoranos, evidenciaban que la Junta se había olvidado de nuestra provincia. De acuerdo. Ahora bien, los del ejecutivo social-comunista mostraban enorme cariño, sensibilidad exquisita y sublime ternura con Zamora y sus 170.000 habitantes. La puta verdad es que a Madrid y a Valladolid no les importamos nada, ni tan si quiera cuando se celebran elecciones. Somos tan pocos que no damos guerra, más reconociendo nuestra apatía antropológica.

Mientras la Zamora que aún late, piensa, reflexione, no se rebele, no se plante, no se decida a conformar un partido político provincial, interclasista, moderno, abierto, con gente que llegue a la res pública para servir a sus paisanos, trabajar por el futuro económico de esta tierra e irse para casa si no cumple con lo prometido, seguiremos ocupando la última posición entre las ciudades de España en las que más se tarda en vender una vivienda, se cerrarán comercios, se marcharán los jóvenes y nos convertiremos en una enorme residencia de la tercera edad. No queda mucho para que Zamora exhale el último suspiro. Entonces los jubilados zamoranos regresarán a su tierra, porque se muere mejor cuando la niebla besa con sus labios de nube vieja la boca húmeda del Duero.