Martes, 16 de Septiembre de 2025

Redacción
Sábado, 02 de Enero de 2021
HABLEMOS

España, diplomacia y protagonismo

Carlos Domínguez

[Img #47730]El enésimo incidente protagonizado por el gobierno Sánchez/Iglesias  con Marruecos, resuelto en una nueva amenaza a la soberanía española de Ceuta y Melilla, no menos en el fondo que a la de Canarias, gran guinda del pastel, ha revelado la inanidad, la bochornosa humillación a que un gabinete arribista e inepto ha sometido a nuestro país, en gravísimo perjuicio de su prestigio y política exterior. Política a día de hoy en manos de una ministra de cuya prestancia y liderazgo, más aún con lo último de Gibraltar, habrán tomado buena nota las cancillerías de medio mundo.

 

España es una potencia de decimoctava fila, desde la época del Zapatero “asseyez vous”. Las consecuencias del antiamericanismo paleto que se practicó bajo mandato de tan aciago personaje están ahí, a raíz de un alineamiento marginal con lo mejorcito de la escena internacional, trastienda bananera en forma de dictaduras bolivarianas o islamistas, cuyo designio fanático y antioccidental han aireado sus reconocidos mandatarios; el Maduro chavista o el Erdogan turco, títeres a lo suyo del circo zapaterista de la Alianza de civilizaciones.

 

La política internacional tendría algo que explicar sobre las crisis internas de nuestro país, comenzando por el 11M, operación cuyo objetivo último quizá fuera abortar el viraje aznarista en política exterior. A diferencia de lo ocurrido en otros campos, el gran y acaso único acierto, a la postre fallido, de Aznar fue recuperar la proyección natural de nuestra política exterior, no otra que un atlantismo orientado a afianzar vínculos con el bloque hegemónico anglosajón, liderado por USA con apoyo del Reino Unido. Pero también a estrechar lazos con Iberoamérica, área donde por historia y cultura España podría ejercer una influencia indiscutible, trabajando asimismo en pro de la modernización y la democratización. Ello mediando el acuerdo y la colaboración de Washington.

 

Al margen de la foto de las Azores, el atlantismo suponía sacar a nuestro país de la órbita de una Europa orquestada a nivel supranacional como patio de atrás, en lo económico y lo geopolítico, de una Francia con ínfulas de grandeur, y una Alemania que, después de hacerse perdonar durante décadas la II G.M., aunque harta de financiar el dispendio de  sus socios comunitarios, mira hoy hacia el este, su espacio natural más allá de la noción otrora infausta del Lebensraum. Con el Brexit, los británicos lo entendieron a la perfección. Mas ¿qué pinta España en ese teatro, fuera de nuestro eterno papel de PIG limosnero? Ante todo desde el riesgo político y militar del Magreb, Argelia a simple vista, pero fundamentalmente un Marruecos que, con habilidad, ha pasado a ser el principal aliado de USA en el punto más débil de nuestro flanco atlántico.

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.17

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.