Lourido

Querido Jose. Espero no tener que hablarte nunca en pasado. Has decidido mudarte de nuevo. Espero que tu nuevo destino sea el que siempre llevas buscando por estos lares.  Naciste en Galicia, y nunca has dejado de ser gallego. Siempre has tenido a tu tierra en su verdadera estima. Siempre has estado allí. Su espíritu y el tuyo son el mismo.

            Como hoy has vuelto a hacer, te mudaste a Zamora con/por un proyecto empresarial que resultó especial, único y alentador para muchos de los que estuvimos en él y, sobre todo, contigo.             Llegaste a esta ciudad y nunca la dejaste ya. Con el tiempo, buena parte de ella te reconoce lo que le has aportado;  te agradece lo que le has dado: has llevado a Zamora a donde quiera que has ido, está contigo donde quiera que estás. Eres de Zamora, lo pareces y haces gala de ello.

            Esperan tus noticias y mantienen tu ausencia temporal: Merce, persona íntegra, alentadora, acogedora... Nunca he conocido a dos personas que lleven a su pareja hasta esos estratos de compenetración, entendimiento, escucha.  Tu hija Elena, quien hereda todo lo tuyo. Su hijo Bruno, tu nieto, al que costará explicarle “esto”. No lo entenderá. Y tendrá razón él. Tu nieta, tus dos hijos, nosotros... Todos seguimos contigo, y esperando tus noticias, consejos, comentarios. Siempre lo seguiremos haciendo.

Gonzalo Julián.