El marcador (0-3) fue injusto con un Amigos del Duero que llegó a tutear al líder

Finalmente, el cambio de escenario no supuso problema para las de Nacho Merino que, incluso, jugaron más asentadas de lo habitual, sacando el balón con orden y pudiéndose adelantar en el marcador con un disparo de María, que salió muy desviado poco después de que las rojiblancas estrellaran un balón en el palo con Sara ya batida.

Así se desarrolló el primer tiempo, con cada equipo a lo suyo, las de David Castro buscando huecos por los que penetrar y las zamoranas juntando líneas para impedirlo. La ocasión más clara la tuvo Alba Fariza, que no supo ganarle la partida a la portera filial colchonera en un mano a mano, mientras Sara -con una gran actuación- desbarataba las ocasiones de las visitantes.

Todavía, en el segundo tiempo y durante los primeros quince minutos,  las de amarillo aguantaron, pero ya su ataque no recibía balones y el dominio visitante tuvo su premio con el primer gol, que pesó mucho en el ánimo de las propietarias del terreno, quienes perdieron la compostura exhibida hasta entonces y acabaron recibiendo dos goles más, hecho propiciado también por el mejor banquillo de las líderes.

Cabe decir que el cambio de escenario -de la Ciudad Deportiva a Valorio- se debió al desastre que dejó a su paso por Zamora el efecto Filomena, aunque es justo decir que el terreno de juego, habitualmente y sin fenómenos atmosféricos, es un patatal, sin actuaciones de mejoras desde hace tiempo por parte del área municipal correspondiente y titular de las instalaciones. Yo no sé si el declararse feminista da votos o no, pero el equipo de gobierno municipal se tiene por tal y bien estaría que lo demostrara preocupándose un poco más por las féminas, en este caso en su práctica futbolera, que no todo consiste en rifar dinero y ahí te quedas.