Jueves, 25 de Diciembre de 2025

Eugenio de Ávila
Sábado, 06 de Febrero de 2021
SEGUNDA B

El Zamora C.F. se confirma en Pasarón como un equipo de elite

Derrota al Pontevedra, tras un partido de equipo grande, poderoso, trabajador e inteligente, merced a una pena máxima, justa, que transformó Escudero con cierto suspense

Fotos cedidas por el Zamora C.F.Punto de inflexión en la Liga para el  Zamora Club de Fútbol tras la extraordinaria victoria alcanzada esta tarde en Pasarón, merced a un gol de penalti, transformado por Escudero con cierto suspense. Ahora los rojiblancos tienen que pensar en metas superiores, porque ningún equipo del grupo demostró, salvo el borrón en Vigo, ante el filial del Celta, ser mejor que la escuadra de Movilla, un entrenador que está llevando a este equipo a lugares impensables antes de iniciarse la competición quizá en el grupo más complicado de esta extraña categoría.

 

El Zamora construyó el único fútbol que se vio esta tarde en Pontevedra y, además, también fue el que mejor supo destruir el que intentó generar el rival. Mapisa no se vio obligado a intervenir a disparo alguno del equipo granate. Su labor consistió en salir de puerta y blocar centros y sacar desde su área. Nunca el espigado cancerbero africano se encontró apurado.

 

El técnico vasco, como se esperaba, sustituyó a Crespo por Del Monte, y colocó en punta a Escudero. El resto del once inicial, pues los de siempre, cada cual con su trabajo grabado en el cerebro. La salida rojiblanca, hoy de inmaculado terno, blanco purísimo, fue extraordinaria. Los primeros veinte  minutos conocieron una versión de equipo mandón, técnico e inteligente. No se perdían balones y se generaba fútbol desde el propio campo. En los cinco primeros minutos el cuadro rojiblanco ya demostró que estaba en Pasarón para ganar, con dos acciones de Perero y Astray que pusieron en apuros al meta gallego.

 

Digo que, hasta el minuto 20, el Zamora fue el amo del césped. Pero, de vez en cuando, el cuadro rojiblanco hace alguna que otra tontería, una excepción a la seriedad, sobriedad y disciplina que caracteriza a la escuadra de Movilla. Y, en efecto, a raíz de una extraña acción rojiblanca, se despertó el Pontevedra que, hasta ese momento, asistía como mero espectador del espectáculo rojiblanco. Tampoco es que el conjunto granate acongojase a la espléndida defensa zamorana, con un mariscal de campo como Piña, dos laterales rápidos e inteligentes, y un Delmonte que evidenció técnica y sosiego.

 

El Zamora, como digo, había puesto en peligro la integridad granate en varias fases de su mejor juego, pero sin sacar provecho, hasta que llegó la pena máxima, clarísima. Minuto 37. Escudero transformó un minuto después, pero con…suspense, porque el meta gallego rechazó su primer disparo, con la mala fortuna de que el rojiblanco ya no falló en el segundo intento.

 

Con esa ventaja en el  marcador finalizó la primera mitad. Tras el paso por vestuarios, el cuadro rojiblanco disparó a puerta en dos ocasiones, pero sin peligro, en esos compases iniciales, mientras los gallegos se hacían con la pelota, porque el Zamora así lo decidió. Dejó jugar al Pontevedra, porque sabía que tampoco iba a ofrecer mucho. Y así se fueron pasando los minutos sin nada importante que subrayar.

 

Movilla realizó su primer cambio en el minuto 70, al sustituir a Dani Hernández por Abel Conejo, que 10 minutos después vio la roja, por un juego peligroso. Me permito escribir que el árbitro, extraordinario, en esta ocasión se pasó. Después también sacó del campo a Perero para dar entrada a Ángel Romero.

 

Con diez hombres, el Zamora se enrocó para impedir acercamientos locales. Entonces salió lo mejor de un equipo con capacidad de destrucción, de anular al rival, de desesperarlo. Ya, en los minutos finales, con todo vendido, Movilla concedió unos minutejos a Coscia y Sergio García que se limitaron a incordiar la salida del balón desde atrás de los gallegos. Afirmo, además, que los últimos cinco minutos no se jugó a nada, merced a que el Pontevedra careció de ideas y a que el Zamora se las supo todas: picardía, listeza, incordio, virtudes necesarias par ser campeón.

 

Victoria de enorme prestigio de los rojiblancos, que corona a su técnico como un mago del fútbol. El Zamora reafirma su posición entre la elite y nos invita a soñar en todo. Y eso que esta plantilla se halla huérfana de un auténtico delantero.

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