Miércoles, 26 de Noviembre de 2025

Nélida L. Del Estal Sastre
Domingo, 07 de Febrero de 2021
CON LOS CINCO SENTIDOS

Soy más yo que nunca

[Img #49401] No me preguntes la razón por la que he llegado a esta conclusión tan contundente. Ahora, a día de hoy, soy más yo que nunca, quizá como jamás lo haya sido. 

 

   He pasado por infinidad de cosas en  estos últimos 10 años. Cosas que no deseo ni a mi peor enemigo, o sí, a saber, que ni soy tan santa ni tan buena. La vida te enseña a ser una perra que aprende a alimentar a sus cachorros y a sí misma. Pero sin maldad, es pura y dura supervivencia. 

 

   Nunca he deseado el mal a nadie, no tiene sentido. A cada cual le habrá de llegar su momento, o eso espero. Si has sido buena gente, sólo podrás esperar que la vida te premie, o no. Si has sido un cabrón puede que la vida te devuelva el golpe, o no. Esa es la arbitrariedad de este mundo. No siempre ganan los buenos y triunfan los honorables. A veces, ni con una katana salvas tu honor ni tu destino lo marcan las estrellas, ni chorradas por el estilo. Seamos serios por una vez en la vida. Ganan los que medran, los lameculos y los que saben hacer la pelota y hacen de ello un arte. Yo no valgo para eso. 

 

  A mí me las suelen dar todas juntas porque soy sincera, digo lo que pienso, soy impulsiva y mi corazón y mi cabeza tienen una conexión tan enorme que su sincronía sería la envidia de cualquiera. Pero no me funciona, en este mundo asqueroso, no. Quizá en un universo paralelo sería le leche, pero en este en el que me ha tocado vivir, no. Pero no estoy triste, no soy floja, ni débil, ni me arredro ante el dolor físico o moral, o ante el despecho del mediocre. Vivo bien, mi conciencia está tan tranquila que oigo ronquidos dentro. Soy fuerte como un roble aunque intenten doblegarme y aquel que lo intenta, normalmente falla. 

 

      He sido herida de muerte varias veces, así que sé de primera mano lo que es el dolor verdadero, no el de boquilla. El que intenta competir conmigo en males o enfermedades, está enfermo directamente. ¿A quién se le puede ocurrir decirme que su mal es mayor que el mío como si esto fuese una  competición? ¿Estamos tontos? Alégrate, pedazo de imbécil, de estar bien, con salud, trabajo, dinero para vivir y una familia que te quiere o que, al menos, te aguanta. 

 

   Yo pido poco. Que los míos me quieran y me respeten. Poder hacer de mi vida mi mundo y poder describirlo sin pudor y sin miedo a nada ni a nadie. Que algún día alguien me agradezca que lo hice bien, aunque tampoco lo necesito, porque yo  lo sé y eso me basta. Si ayudé a alguien, eso que me llevo. No necesito más. 

 

  Pero no soporto la mediocridad de la gente, la poca valentía o la apatía ante algo que se desmorona, sea su mundo, su ciudad, su Comunidad Autónoma o su propia vida. En esta vida hay que ser valiente, decir lo que uno piensa y si no vas a aportar nada de positivo para mejorarla, calla. La cobardía es uno de los defectos que no puedo comprender en una persona. Ni la cobardía ni medrar lamiendo el lomo de tu amo. Con eso no puedo. Y hasta el día en el que me muera defenderé todo en lo que creo, en lo que pongo mis ganas y mis pocas fuerzas. La vida es demasiado corta para andarse con estupideces o rodearse de estúpidos. Lo sé. O caigo muy bien, o no me podrás soportar. Es lo que hay. Afortunadamente, ya no me afecta. Fuerza y al toro. 

Nélida L. del Estal Sastre 

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.55

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

El Día de Zamora

Ir al contenido
Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.