Crecida del Duero a su paso por la ciudad de Zamora

Estos días estamos viendo a un Duero inusual, pero que se repite cada cierto tiempo. Las lluvias y nevadas recogidas aguas arriba, más las aportadas por sus afluentes, nos dejan a un río crecido a su paso por Zamora.

Vemos caminos frecuentados de sus márgenes que son ocupados por el líquido elemento, impidiendo el paso y llevarnos a dar rodeos, alargando nuestro itinerario habitual y quién sabe si quemando algún kilito más.

Nos hemos dado una vuelta -cámara fotográfica en mano- para mostrar todo ello. Aguas turbias arrastrando lo que van encontrando a su paso, cuando no arrancando pesos muertos con el poderío de su caudal crecido y generando remolinos aguas debajo de nuestro Puente de Piedra que dan cuenta de su poderío.

Podría haber sido por otros parajes, pero hoy escogimos el tramo correspondiente desde el propio puente a la Playa de los Pelambres.

Ahí quedan.