Viernes, 28 de Noviembre de 2025

Redacción
Sábado, 20 de Febrero de 2021
HABLEMOS

Agenda 20/30 y socialismo del siglo XXI (y II)

Carlos Domínguez

[Img #49900]Nada nuevo bajo el sol, reza el aforismo clásico. Y respecto al socialismo del siglo XXI con su Agenda 20/30, el modelo orwelliano de ciudadanos convertidos en gleba amorfa para el poder es ya una realidad. Marx, desde la inconsistencia de sus doctrinas, lo calificó en su día de modo de producción asiático, igual que en el plano político de despotismo oriental. Naturalmente, como antítesis de un socialismo y un comunismo caracterizados por la conciencia de clase del proletariado igualitario, a materializar en la Inglaterra del siglo XIX. Agudeza no menos que predicción certera, a corregir desgraciadamente por el tándem de Lenin y Stalin.

 

Aun así, el modelo del socialismo del siglo XXI es asiático, con una China que hace valer sus ambiciones hegemónicas, sin renunciar a concentrar o reprimir a su población, impidiendo cualquier atisbo de pluralismo y libertad. Dictadura silente e invasiva, cuyas exitosas fórmulas fueron pregonadas con singular desparpajo y por vía telemática hace unos días en Davos por el nuevo Déspota, impartiendo doctrina desde Pekín para hacer valer su sacratísima y etérea, por ausente, majestad imperial/celeste. Mientras, los líderes occidentales, especialmente los europeos, asentían complacientes al nuevo decálogo confuciano. En síntesis, lo de siempre y, de no bastar, más de lo mismo: obediencia, obediencia y obediencia.

 

Para infortunio de Occidente, la China comunista, tanto da al estilo Mao de una revolución cultural genocida, como al de un Deng Xiaoping que abrió las puertas a la sibilina, eficaz y triunfante argucia de un capitalismo comunista, es paradigma y anuncio de lo por venir. La nueva gran potencia representa lo fundamental, la esencia del socialismo en su intrínseca y atemporal malignidad. Burocracia, burocracia y burocracia, bajo imperio de un estatismo inclemente, legitimado en nombre de la sociedad y su bienestar, como imperativo máximo que lamina a la persona y la individualidad, incluyendo el pensamiento y la razón. Nueva Ciudad prohibida, a una escala hasta ahora desconocida.

 

Que lo asiático y lo oriental resultan incompatibles con nuestra civilización, era cosa sabida. Lo que no sabíamos es que Europa, de la mano de Merkel y Macron, tuviera que postrarse en actitud genuflexa ante el nuevo gran mandarín, consciente como es ya de su inmenso poder en lo económico, político y… militar si se le deja.

Comentarios Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.103

Todavía no hay comentarios

Quizás también te interese...

El Día de Zamora

Ir al contenido
Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.