NOCTURNOS
El sexo del alma
He nacido para amarte. Ignoro si tú viniste a esta dimensión, convertida en mujer, para amarme o para desdeñarme. Pero sé que te quiero, porque alcanzó el orgasmo con mi seso y te pienso con mi sexo.
Yo vivo porque amo. La muerte es un no-amor, tampoco llega al odio, que no es otro sentimiento que amar pero del revés, hacer daño, causar tristeza y pena a quién dejó da amarte.
Cuando hablo contigo, o me escribes, siento éxtasis intelectuales, porque mi cerebro eyacula un semen incoloro, inodoro e insípido. Por eso te gozo con mi inteligencia. Y, si algún día penetro en tu cuerpo, te pensaré en el envés de tu carne, mientras acaricio tu epidermis con las yemas de mis dedos y mi lengua refresca las cumbres de tus dos senos.
Y ahora pienso, cuando nos amamos con las palabras, si el deleite de saborear tu gineceo, de conocer tus entrañas, superará al placer que provoca tu talento en las circunvalaciones de mi cerebro.
Tú, Carlota, me haces gozar con tu seso e imagino que algún día gozaré, profundamente, pensando con mi sexo dentro de tu alma. ¿Tiene sexo mi alma? ¿Mi alma ama a tu alma porque tienen distintos sexos?
Eugenio-Jesús de Ávila
He nacido para amarte. Ignoro si tú viniste a esta dimensión, convertida en mujer, para amarme o para desdeñarme. Pero sé que te quiero, porque alcanzó el orgasmo con mi seso y te pienso con mi sexo.
Yo vivo porque amo. La muerte es un no-amor, tampoco llega al odio, que no es otro sentimiento que amar pero del revés, hacer daño, causar tristeza y pena a quién dejó da amarte.
Cuando hablo contigo, o me escribes, siento éxtasis intelectuales, porque mi cerebro eyacula un semen incoloro, inodoro e insípido. Por eso te gozo con mi inteligencia. Y, si algún día penetro en tu cuerpo, te pensaré en el envés de tu carne, mientras acaricio tu epidermis con las yemas de mis dedos y mi lengua refresca las cumbres de tus dos senos.
Y ahora pienso, cuando nos amamos con las palabras, si el deleite de saborear tu gineceo, de conocer tus entrañas, superará al placer que provoca tu talento en las circunvalaciones de mi cerebro.
Tú, Carlota, me haces gozar con tu seso e imagino que algún día gozaré, profundamente, pensando con mi sexo dentro de tu alma. ¿Tiene sexo mi alma? ¿Mi alma ama a tu alma porque tienen distintos sexos?
Eugenio-Jesús de Ávila


















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.122