Amigos del Duero da un paso al frente a costa del Guadalajara

El partido comenzó con un leve dominio de las anfitrionas, que fueron incrementándolo poco a poco, hasta el primer gol de Lara, en el minuto 26, tras un saque de esquina. Las de amarillo se ponían por delante, pese al juego brusco de las forasteras que, ni por esas, consiguieron impedir otro gol de Lara 6 minutos después, que suponía el 2-0, resultado con el que se llegó al descanso.

Las jugadoras se habían hecho acreedoras al triunfo en esos primeros 45 minutos. Juego coral en el que todas las  jugadoras arrimaban el hombro, sabedoras de que su momento ha llegado y ya no sirven despistes ni medias tintas si quieren mantener la categoría, misión todavía complicada.

Las jugadoras del Guadalajara eran sabedoras de que debían de ofrecer más si querían espirar a algo y salieron con más intensidad en la segunda parte, creando alguna ocasión, desbaratada por la buena actuación de Sara, que se supera a si misma todas las semanas. Las centrocampistas forasteras comenzaron a imponerse y fruto de ello fue su primer gol en el minuto 10, flotando en el aire la duda de si las amarillas no se desmoronaban, tal como les ha sucedido en alguna ocasión.

Pero, no. Este equipo es más fuerte mentalmente y aunque las contrarias mandaron un balón al larguero, la avanzadilla de Nacho Merino (María, Alba y Virginia) eran un peligro constante, cada una por su parcela y es una pena que las dos últimas no levantaran la cabeza en alguna ocasión para ver que la portera contraria jugaba muy adelantada para batirla, desde lejos, por arriba.

Sería, precisamente, en una de las incursiones de María por su banda, que generó un córner, que a su vez generó el tercer gol al sacarlo, en una acrobacia de Lara, adelantándose a las rivales.

Tras el mazazo de ese tercer gol, más los cambios de Nacho que refrescaron el centro del campo, las alcarreñas, aunque tenían 15 minutos por delante, no fueron capaces de marcar y cuando se acercaron a la portería, se encontraron con Sara, que alcanzará la mayoría de edad en su puesto cuando se decida a colocar a sus compañeras desde la situación privilegiada que ocupa en el campo para tal menester.