El Zamora CF, dispuesto a protagonizar un “maracanazo” en el Francisco de la Hera

17 de julio de 1950. Rio de Janeiro. Estado de Maracana. 173.000 espectadores, casi todos brasileños. Final de la Copa del Mundo. Brasil y Uruguay se enfrentan. Gran favorita, la selección brasileira. Pero la escuadra charrúa rompió todos los pronósticos. Tras ir perdiendo por un gol, la celeste remontó y se llevó el máximo título del fútbol mundial.

16 de mayo de 2021. Estadio Francisco de la Hera. Almendralejo, provincia de Badajoz. Partido de la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda A. Se enfrentan CD Badajoz y Zamora CF. Se prevé mayoría de seguidores blanquinegros, unos 5.000. Los rojiblancos han llevado hasta esa localidad extremeña a un millar de aficionados. En minoría cuantitativa. Quizá nunca cualitativa. Gran favorito el cuadro que juega como local, que ha batido todas las marcas en la Liga regular, formado por jugadores con gran currículum futbolístico. Pero, ¿por qué no puede producirse otro “maracanazo” este 16 de mayo de 2021, protagonizado por la escuadra que dirige David Movilla?

El técnico vasco conoce al rival, y el entrenador pacense también al Zamora CF. No habrá, pues, sorpresas. Ninguno de ellos, ni Movilla ni Estévez, engañará al colega. La escuadra rojiblanca, que ha llegado a un meta deportiva jamás pensada, jugará con las mimbres que le quedan para intentar confeccionar un cesto en el que recoger la victoria. A lo largo de la temporada, las lesiones, gravísimas, fueron diezmando a la plantilla rojiblanca. Hasta Almendralejo quedan los más duros o los que tuvieron mayor fortuna. Incluso una nueva duda porque el sobrio central Crespo también se duele de una de sus rodillas. Si hay suerte, jugará, sino es así, Movilla deberá buscar otra solución, la enésima durante esta Liga. ¿Jugar con tres centrales esto pensar en otra maniobra táctica? No queda mucho para averiguarlo. El caso es que este Zamora ha podido con todo. Por qué esta tarde noche su técnico no va a encontrar otra nueva salida.

Los rojiblancos carecen de exigencias para este partido, porque su objetivo se logró ha tiempo. De ahí que desde el pitido inicial su juego no lo condicione un estado psíquico cercano al ataque de nervios. Por el contrario, su rival está obligado, mucho, quizá demasiado, a ganar al Zamora y seguir ganando hasta ascender a Segunda A, propósito que la junta directiva lleva persiguiendo desde hace tres temporadas, pero sin éxito. Si el cuadro rojiblanco logra jugar con el tiempo, los blanquinegros cometerán errores, impensables en un equipo top, y les vendrán los recuerdos de anteriores fracasos. El Zamora C.F., jugará, pues, con el estado psíquico de su rival. El sosiego debe presidir cada pase de los rojiblancos. A partir de esa fuerza mental, se construirá la potencial victoria del Zamora C.F., porque el empate no vale. Ganar, ganar y ganar. Se podrá.

Reitero, un Zamora CF, con sus virtudes, orgullo, esfuerzo y talento, más presión sosegada, juego inteligente y conciencia colectiva, puede protagonizar otro “maracanazo” en el Francisco de la Hera, casi 71 años después. El fútbol no es matemática