ME QUEDA LA PALABRA
España, junio de 2021: Una paradoja política
Paradoja política, anormalidad ideológica: los que en vida de Franco fuimos de izquierdas, de las muchas que había entonces; demócratas y liberales, cuando comprometías tu vida, carrera, libertad por criticar al régimen, los que ahora, medio siglo después creemos que indultar a golpistas de extrema derecha, racistas, y fascistas, como es el caso de ERC, y ahí está su historia original, con admiración por el fascio italiano, asesinos de militantes de CNT, somos insultados por los que se consideran ahora de izquierdas, gente que ni conoció la dictadura, ni luchó, ni tiene ni puta idea de nada, ni de lo que es el nacionalismo pequeño-burgués catalán, ni su historia de corrupción y golpes de Estado.
Pedro Sánchez, el magnánimo, afirmó, hace unos dos años que “ El acatamiento de la sentencia implica su cumplimiento". Ahora dice todo lo contrario, que hay que perdonar a los que no han perdido perdón, a unos tipos, racistas, que se consideran superiores física e intelectualmente al resto de los españoles, que pusieron en peligro la unidad de España, defendida por la Constitución. Solo tratan de defender sus privilegios, los que se les concedió en la Restauración, durante la Dictadura de Primo de Rivera, II República, franquismo y actual democracia. ¿Qué ha cambiado en la menta de don Pedro? El poder le devoró el cerebro.
Carmen Calvo, la ínclita vicepresidenta del ejecutivo sanchista, también, ha tiempo, se manifestó en torno a las condenas a los golpistas afirmado que su cumplimiento debe ser “íntegro”. ¿Qué ha transformado el cerebelo de doña Carmen? El poder destroza toda querencia por la ética política.
En toda democracia, la ley está por encima del hombre. Con Sánchez, no. Él está por encima de la ley, porque le gustaría ocupar el poder eternamente. El presidente del Gobierno llegó a su privilegiada posición merced a una moción de censura, apoyada por todos los partidos que en su credo reflejan la secesión de España y el odio a todo lo español, como son los filoetarras, el PNV racista y de extrema derecha, los independentistas catalanes y la ultraizquierda de Podemos que, al ser internacionalista, apuesta por la desaparición de la nación más antigua de Europa.
Sánchez prometió entonces convocar elecciones de forma inmediata. No lo hizo. Pero este hombre se caracteriza por hacerlo contrario de lo que promete. Suele suceder en política y más en España, pero el pueblo gusta ser engañado. No conozco mayor funambulista de la palabra que el inquilino de La Moncloa. Recuerdo, por si el lector ha ido perdiendo memoria, sobre todo si es izquierdista, gente con fe, pero sin razones, sin lógica, conservadores sin saberlo, de derecha dura, pero sin advertirlo, aquello que nunca pactaría con Pablo Iglesias, porque le impediría dormir; y lo de llegar a acuerdos con Bildu, sobre lo que le respondió a la periodista, que si quería que se lo repitiera 20 veces. Por lo tanto, no debe extrañarse nadie del cambio dado ahora en torno a los indultos. La mentira es un arma revolucionaria, que afirmase Lenin. Sánchez, que no leyó a Ulianov, porque su lectura obliga a un gran esfuerzo intelectual, también ha hecho de la mentira su mayor virtud, una obra de arte. El pueblo no se entera, porque ya se entretiene con la hija de Rocío Jurado, la Pantoja y familia y esas televisiones que paga el poder para atontar y engañar al personal.
España está en quiebra moral, ética y económica. Que Sabater, un hombre de su capacidad intelectual, de su entrega por la democracia durante el franquismo y contra ETA, lidere la concentración del 13 de junio en Madrid, esclarece qué es la izquierda en esta desgraciada nación en 2021, reaccionaria y antidemocrática, sectaria y pancista, fanática y sin rumbo. Gente que se pasa la ley por sus partes, que le importa lo que arbitre el Supremo, el Banco de España, la Real Academia de la Lengua. Personajes de la pequeña burguesía, que viven como son, que odian a los que piensan de distinta manera, porque se consideran superiores moralmente al resto de la humanidad española que no piensan como ellos, a los que califican de fachas, sin tener ni puta idea de lo que es el fascismo, tan parecido ideológicamente a su ideario actual, están a favor del indulto a personajes que representan al peor capitalismo español, el catalán; liderado desde siempre por el ladrón mayor de la política española, el deshonorable Pujol; de ERC, agrupación fascista, que ya dio un golpe de Estado en 1926, vestidos con camisas pardas, “escamots”, asesinos de anarquistas, que, antes de la Guerra Civil, el 28 de abril de 1936, tirotearían a los hermanos Badia, con tres disparos para cada uno, acabando con sus vidas, como venganza por la muerte de sus compañeros de sindicato. A esta chusma apoyan ahora las izquierdas que pastan en el redil de esta nación, en el pesebre de España. A este personal le importa qué será del 52% de catalanes que se consideran españoles cuando, a no tardar, de forma unilateral, los secesionistas declaren la independencia.
Reproduzco una reflexión del propio Savater, realizada hace unos días, después de publicar un artículo en El País, que explica lo que viene sucediendo en España: “A la gente que dice que qué horror, que me he pasado al fascismo, no hay que darle mucha importancia. Me sorprende, en cambio, que a los que el artículo les pareció bien no lo elogien por bien argumentado, o por original, sino porque lo consideran valiente. ¿Valiente? Hubo momentos en que sí te arriesgabas: cuando podían pegarte un tiro. ¿Valiente hoy decir que una candidata de derechas es tan demócrata y decente como los candidatos de izquierdas, o bastante más, incluso, que algunos? Consideran valor lo que sería sentido común y cordura».
¡Qué más añadir tras las reflexiones y respuetas del maestro! Ahora los fanáticos, personajes gregarios, amigos del redil, del pesebre público, se reirán entre emoticonos, porque ni tienen capacidad intelectual ni conocimientos para debatir. El odio devora por dentro alma y cerebro.
Indultos a racistas, fascitas, cobardes y de extrema derecha. Así está la España de Pedro Sánchez, la España que alumbró Rajoy y su cobardía, la España de ZP, el que despertó la voracidad del secesionismo en la región más rica de España. La izquierda defiende, pues, a la oligarquía empresarial catalana, la representación política de los que explotan a los obreros en sus fábricas. España es una paradoja. No llega ni a metáfora ¡Manda huevos!
Eugenio-Jesús de Ávila
Paradoja política, anormalidad ideológica: los que en vida de Franco fuimos de izquierdas, de las muchas que había entonces; demócratas y liberales, cuando comprometías tu vida, carrera, libertad por criticar al régimen, los que ahora, medio siglo después creemos que indultar a golpistas de extrema derecha, racistas, y fascistas, como es el caso de ERC, y ahí está su historia original, con admiración por el fascio italiano, asesinos de militantes de CNT, somos insultados por los que se consideran ahora de izquierdas, gente que ni conoció la dictadura, ni luchó, ni tiene ni puta idea de nada, ni de lo que es el nacionalismo pequeño-burgués catalán, ni su historia de corrupción y golpes de Estado.
Pedro Sánchez, el magnánimo, afirmó, hace unos dos años que “ El acatamiento de la sentencia implica su cumplimiento". Ahora dice todo lo contrario, que hay que perdonar a los que no han perdido perdón, a unos tipos, racistas, que se consideran superiores física e intelectualmente al resto de los españoles, que pusieron en peligro la unidad de España, defendida por la Constitución. Solo tratan de defender sus privilegios, los que se les concedió en la Restauración, durante la Dictadura de Primo de Rivera, II República, franquismo y actual democracia. ¿Qué ha cambiado en la menta de don Pedro? El poder le devoró el cerebro.
Carmen Calvo, la ínclita vicepresidenta del ejecutivo sanchista, también, ha tiempo, se manifestó en torno a las condenas a los golpistas afirmado que su cumplimiento debe ser “íntegro”. ¿Qué ha transformado el cerebelo de doña Carmen? El poder destroza toda querencia por la ética política.
En toda democracia, la ley está por encima del hombre. Con Sánchez, no. Él está por encima de la ley, porque le gustaría ocupar el poder eternamente. El presidente del Gobierno llegó a su privilegiada posición merced a una moción de censura, apoyada por todos los partidos que en su credo reflejan la secesión de España y el odio a todo lo español, como son los filoetarras, el PNV racista y de extrema derecha, los independentistas catalanes y la ultraizquierda de Podemos que, al ser internacionalista, apuesta por la desaparición de la nación más antigua de Europa.
Sánchez prometió entonces convocar elecciones de forma inmediata. No lo hizo. Pero este hombre se caracteriza por hacerlo contrario de lo que promete. Suele suceder en política y más en España, pero el pueblo gusta ser engañado. No conozco mayor funambulista de la palabra que el inquilino de La Moncloa. Recuerdo, por si el lector ha ido perdiendo memoria, sobre todo si es izquierdista, gente con fe, pero sin razones, sin lógica, conservadores sin saberlo, de derecha dura, pero sin advertirlo, aquello que nunca pactaría con Pablo Iglesias, porque le impediría dormir; y lo de llegar a acuerdos con Bildu, sobre lo que le respondió a la periodista, que si quería que se lo repitiera 20 veces. Por lo tanto, no debe extrañarse nadie del cambio dado ahora en torno a los indultos. La mentira es un arma revolucionaria, que afirmase Lenin. Sánchez, que no leyó a Ulianov, porque su lectura obliga a un gran esfuerzo intelectual, también ha hecho de la mentira su mayor virtud, una obra de arte. El pueblo no se entera, porque ya se entretiene con la hija de Rocío Jurado, la Pantoja y familia y esas televisiones que paga el poder para atontar y engañar al personal.
España está en quiebra moral, ética y económica. Que Sabater, un hombre de su capacidad intelectual, de su entrega por la democracia durante el franquismo y contra ETA, lidere la concentración del 13 de junio en Madrid, esclarece qué es la izquierda en esta desgraciada nación en 2021, reaccionaria y antidemocrática, sectaria y pancista, fanática y sin rumbo. Gente que se pasa la ley por sus partes, que le importa lo que arbitre el Supremo, el Banco de España, la Real Academia de la Lengua. Personajes de la pequeña burguesía, que viven como son, que odian a los que piensan de distinta manera, porque se consideran superiores moralmente al resto de la humanidad española que no piensan como ellos, a los que califican de fachas, sin tener ni puta idea de lo que es el fascismo, tan parecido ideológicamente a su ideario actual, están a favor del indulto a personajes que representan al peor capitalismo español, el catalán; liderado desde siempre por el ladrón mayor de la política española, el deshonorable Pujol; de ERC, agrupación fascista, que ya dio un golpe de Estado en 1926, vestidos con camisas pardas, “escamots”, asesinos de anarquistas, que, antes de la Guerra Civil, el 28 de abril de 1936, tirotearían a los hermanos Badia, con tres disparos para cada uno, acabando con sus vidas, como venganza por la muerte de sus compañeros de sindicato. A esta chusma apoyan ahora las izquierdas que pastan en el redil de esta nación, en el pesebre de España. A este personal le importa qué será del 52% de catalanes que se consideran españoles cuando, a no tardar, de forma unilateral, los secesionistas declaren la independencia.
Reproduzco una reflexión del propio Savater, realizada hace unos días, después de publicar un artículo en El País, que explica lo que viene sucediendo en España: “A la gente que dice que qué horror, que me he pasado al fascismo, no hay que darle mucha importancia. Me sorprende, en cambio, que a los que el artículo les pareció bien no lo elogien por bien argumentado, o por original, sino porque lo consideran valiente. ¿Valiente? Hubo momentos en que sí te arriesgabas: cuando podían pegarte un tiro. ¿Valiente hoy decir que una candidata de derechas es tan demócrata y decente como los candidatos de izquierdas, o bastante más, incluso, que algunos? Consideran valor lo que sería sentido común y cordura».
¡Qué más añadir tras las reflexiones y respuetas del maestro! Ahora los fanáticos, personajes gregarios, amigos del redil, del pesebre público, se reirán entre emoticonos, porque ni tienen capacidad intelectual ni conocimientos para debatir. El odio devora por dentro alma y cerebro.
Indultos a racistas, fascitas, cobardes y de extrema derecha. Así está la España de Pedro Sánchez, la España que alumbró Rajoy y su cobardía, la España de ZP, el que despertó la voracidad del secesionismo en la región más rica de España. La izquierda defiende, pues, a la oligarquía empresarial catalana, la representación política de los que explotan a los obreros en sus fábricas. España es una paradoja. No llega ni a metáfora ¡Manda huevos!
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