Indultos e historia

El futuro de España, se quiera o no, cause náuseas o vómitos, se halla en manos de sus enemigos políticos: ERC, partido fascistoide, que considera a los catalanes raza superior; de los filoetarras, banda asesina que mató a niños y niñas, jóvenes y jóvenas, adultos, adultas y adultes y ancianos, ancianas y ancianes; del PNV de Arana, un enfermo que consideró que el español era "afeminado", que su naturaleza era ser "vasallo y siervo" y lo tachó de adúltero, sucio, violento y de "raza contaminada" , y de los nostálgicos, aburguesados, del comunismo, ideología anacrónica, que sembró con más de cien millones de muertos la tierra y todavía causa exilio y hambrunas en naciones riquísimas del orbe.

Toda esta gente odiaba a la España de Franco, como a la España de la Constitución del 1978, porque, en esencia, brama contra la nación más antigua de Europa;  le abruma la patria de Rojas,  Cervantes, Quevedo, Ramón y Cajal, Lorca, Berlanga, Buñuel; abomina de todo los símbolos de lo español, desde su bandera hasta su música, su historia, su genio. Y esta canalla gobierna hoy España, porque Pedro Sánchez, que no es socialista, sino un narcisista, los necesita para mantenerse en el poder.

Ahora concede indultos contra la Ley, la Justicia, la Historia, la decencia. Este mago de la mentira, permite que se nos robe un trozo de España, hurto del que es cómplice. Y comete este expolio de la patria, porque quiere mamar poder, desea alimentarse de la ubre de la res pública, anhela vivir de este cuento de la política. Y no le importa indultar a delincuentes que no se arrepienten, sino que insistirán en la secesión de España, de forma unilateral. O es un cándido o se ha despeñado por las laderas de la realidad, de la historia.

Al respecto, para los analfabetos gregarios de esta izquierda, que ya no es ni española, porque España les causa grima, recuerdo versos de Antonio Machado, republicano, pero jamás socialista, porque se puede ser republicano sin necesidad de militar en partidos socialistas, comunistas y de ultraizquierda. Así pensaba el poeta andaluz, que no nació en Soria, como creía Pedro Sánchez: “De aquellos que dicen ser gallegos, catalanes, vascos…antes que españoles, desconfiad siempre. Suelen ser españoles incompletos, insuficientes, de quienes nada grande puede esperarse”.

Y más historia, documentada,  para los analfabetos creados por las leyes de Educación, todas socialistas, menos una cobarde y breve del PP, los mismos que comulgan con las ruedas de molino  de Pedro Sánchez. Lea lo que opinaba Negrín, el último presidente del Gobierno de la II República, socialista, sobre el separatismo: “No estoy haciendo la guerra contra Franco para que nos retoñe en Barcelona un separatismo estúpido y pueblerino. De ninguna manera. Estoy haciendo la guerra por España y para España. Por su grandeza y para su grandeza. Se equivocan gravemente los que otra cosa supongan. No hay más que una nación: ¡España! No se puede consentir esta sorda y persistente campaña separatista, y tiene que ser cortada de raíz. Nadie se interesa tanto como yo por las peculiaridades de su tierra; amo entrañablemente todas las que se refieren a Canarias y no desprecio sino que exalto las que poseen otras regiones, pero por encima de todas esas peculiaridades, España”.

Y ahora, para dejar más en ridículo al sanchismo y a sus píos seguidores, Azaña: “Yo nunca he sido patriotero. Pero ante estas cosas me indigno. Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco. Con Franco ya nos entenderíamos nosotros, o nuestros hijos o quien fuere. Pero esos hombres son inaguantables. Acabarían por dar la razón a Franco. Y mientras, venga poderes, dinero y más dinero".

Y el menda de La Moncloa concediendo indultos a los nietos de los separatistas y  esculpiendo felonía con sus antepasados políticos. Todo por el poder. Auguro, no obstante, amargas jornadas para Pedro Sánchez y lo que queda del PSOE en este 2021, tras los ejecutivos de Zapatero, la madre del cordero secesionista, y actual presidente del Gobierno.

 Sucede que nos encontramos en un momento histórico en el que el presidente del Gobierno carece de todo proyecto para la nación que no sea perpetuarse en el poder, mientras que los separatistas sí tienen un proyecto para irse de España, trocearla y demolerla.  

Eugenio-Jesús de Ávila