Ramas y árboles secos en las cercanías del carril bici

Sobradamente conocido es el estado de los carriles bici. Nos centramos en su diseño, en sus recovecos, en las conexiones de unos tramos con otros, en su señalización y, sobre todo, en el estado del pavimento. Están como están,  hay quien los usa, para sus desplazamientos, como para hacer un poco de ejercicio disfrutado de la zona elegida. Uno de los más concurridos, tanto por ciclistas, patinadores, corredores y paseantes, que de todo hay, por su longitud y su alejamiento de la ciudad es el de La Aldehuela. Tiene zonas de sol y muchos de sombra que proporcionan, no hay otra manera de que así fuera, los árboles cercanos.

  Ese es el problema: algunos ejemplares se encuentran completamente secos, y otros, en parte. Representan un peligro para quien transite bajo ellos, o incluso en las cercanías. En cualquier momento, una de sus ramas puede venirse abajo, y causar un indeseado accidente. Los días de fuerte viento, o incluso moderado, aumenta el riesgo de rotura y la posibilidad de que esas ramas o incluso el tronco, acabe en la zona del carril por donde circula la gente. Es evidente que la solución al problema resulta sencilla y económica, simplemente talando las partes secas de la copa o en su totalidad, si fuera necesario para ofrecer cierta seguridad.

Si el riego de rotura y consecuente posible accidente es motivo suficiente para adoptar medidas, el impacto visual, tampoco debe menospreciarse, aunque se encuentren en la ribera del Duero, o precisamente por ello. El deplorable aspecto paisajístico, que, a lo señalado une matorrales completamente secos, aumenta el riesgo, alguno ya se ha producido recientemente, de incendios.  La despreocupación municipal por la zona, como por otras, es evidente, basta darse un paseo para darse cuenta de ello.

Solución hay, voluntad de resolverlo no se conoce, quizás las cuestiones que no están en el centro, que suponen simple mantenimiento y que no pueden engordar, la propaganda de las cosas que hace este gobierno municipal y, que no hacían otros, no cuenten. No hay que esperar a que ocurra alguna desgracia, para tomar medidas, el problema es sobradamente conocido por los usuarios, ¿Por los concejales?

Manuel Herrero Alonso