NUESTRA HISTORIA
Conocer la historia política de Zamora
Hagamos historia. Hace unos días, me pasé por lo que fue iglesia del Hospital de la Encarnación, restaurada por J.Antolín Martín durante su mandato, el presidente más honrado y trabajador que ejerció tal cargo en la Diputación de Zamora, ahora sede de exposiciones y diversos actos políticos y culturales. Recuerdo alguna de sus obras: El Ente Ferial IFEZA, la sede de la Fundación Hispano-Lusa Rei Afonso Henriques, La Alhóndiga del Pan, además de numerosos puentes y carreteras, que se encargó de darle publicidad en la prensa local.
Tras el recuerdo, regreso al pasado inmediato. Tenía a mi lado a un joven periodista, que me parece persona trabajadora y buena. En un momento determinado, le recordé ese celebérrimo 1 de agosto de 1987. Entonces me respondió que le quedaban todavía tres años para venir al mundo cuando aquel vergonzoso suceso político. Los periodistas que hacen información local y provincial deberían tener profundos conocimientos de nuestra historia. Yo tampoco vivía, eso creo, cuando la proclamación de la II República, ni, por supuesto, el Sexenio Revolucionario, pero estudié esos momentos esenciales para la historia de España.
Después, en el ecuador de la década de los 90, última del siglo XX, el mal llamado Caso Zamora. Un político honrado denuncia corrupción en su partido, el Popular. Moción de censura y a la puta calle. Después, Supremo y, cuando Aznar logra que dimitan los aforados, a Zamora. Unos años mareando la perdiz y se cerró en falso. Después, llegaron mandatos de Vázquez, muy raro, extraños, que concluyeron con el escándalo de los inmuebles de la calle Ramón Álvarez, con protagonismo de Ulibarri, constructor importante, de León, con medios de comunicación, como la televisión regional y el periódico más importante de León. Creo que también involucrado en lo de Gürtel. Y ningún político zamorano se vio salpicado por ambas acontecimientos ¿políticos?
Cuento estas cosas porque hay una gran mayoría de esto que se llama profesionales del periodismo que ignoran cómo hemos llegado hasta aquí, cuál es la historia del PP y cuál la del PSOE. Si esos saberes, estos jóvenes nunca se explicarán por qué suceden estas cosas en las instituciones públicas y en los partidos políticos más importantes de nuestra tierra.
Insisto en el periodo más convulso vivido por la Diputación de Zamora, siendo su presidente J. Antolín Martín. He de decir que la vergonzante moción de censura de sus compañeros se propició por querer obrar conforme a la Ley en la adjudicación de las obras públicas. Si hubiera dejado hacer a los de siempre, conforme a la costumbre, propagado el nepotismo, buena jera. Este funcionario del INSS se habría perpetuado en el Hospital de la Encarnación. Como consideraba que el dinero público es sagrado, dejó su vida en el empeño. Perdió el bien y ganaron los malandrines. Solo en las películas ganan los buenos. Por eso la gente le gusta tanto el cine.
Ahora, Requejo querrá ser como J.Antolín: liberal, cumplir con la ley, por lo tanto, acabar con el nepotismo y la adjudicación de obras a la manera habitual en aquella época, y tratar a todos los pueblos por igual, ya sean del PSOE, Ciudadanos, Izquierda Unida o independientes. Y, por supuesto, una institución pública no puede dedicar, dar, vía publicidad, 180.000 euros a un medio de comunicación, porque, con ese dinero, se pueden hacer muchas cosas en la provincia: agua potable, educación, cultura, etc. Al loro. No se pueden comprar voluntades con dinero público. A mí, como se sabe, se me castigó en el anterior mandato: fui el único medio de comunicación, con periódico y digital, el segundo más veterano de la provincia, que no recibió ni un solo euro, porque no le gustaba a la jefa mi línea editorial. Democracia pura. Gente liberal.
El joven empresario zamorano tiene ante sí miuras políticos, que derrotan por arriba, oposición, y por abajo, sus compañeros de equipo de Gobierno, que tiran gañafones buscando las ingles y la femoral del maestro en el albero de la Diputación. Habrá que parar, templar y mandar. La tauromaquia es geometría. La política, una forma de poesía, cuando se ejecuta conforme a la belleza, que no es otra cosa que la verdad.
Eugenio-Jesús de Ávila
Hagamos historia. Hace unos días, me pasé por lo que fue iglesia del Hospital de la Encarnación, restaurada por J.Antolín Martín durante su mandato, el presidente más honrado y trabajador que ejerció tal cargo en la Diputación de Zamora, ahora sede de exposiciones y diversos actos políticos y culturales. Recuerdo alguna de sus obras: El Ente Ferial IFEZA, la sede de la Fundación Hispano-Lusa Rei Afonso Henriques, La Alhóndiga del Pan, además de numerosos puentes y carreteras, que se encargó de darle publicidad en la prensa local.
Tras el recuerdo, regreso al pasado inmediato. Tenía a mi lado a un joven periodista, que me parece persona trabajadora y buena. En un momento determinado, le recordé ese celebérrimo 1 de agosto de 1987. Entonces me respondió que le quedaban todavía tres años para venir al mundo cuando aquel vergonzoso suceso político. Los periodistas que hacen información local y provincial deberían tener profundos conocimientos de nuestra historia. Yo tampoco vivía, eso creo, cuando la proclamación de la II República, ni, por supuesto, el Sexenio Revolucionario, pero estudié esos momentos esenciales para la historia de España.
Después, en el ecuador de la década de los 90, última del siglo XX, el mal llamado Caso Zamora. Un político honrado denuncia corrupción en su partido, el Popular. Moción de censura y a la puta calle. Después, Supremo y, cuando Aznar logra que dimitan los aforados, a Zamora. Unos años mareando la perdiz y se cerró en falso. Después, llegaron mandatos de Vázquez, muy raro, extraños, que concluyeron con el escándalo de los inmuebles de la calle Ramón Álvarez, con protagonismo de Ulibarri, constructor importante, de León, con medios de comunicación, como la televisión regional y el periódico más importante de León. Creo que también involucrado en lo de Gürtel. Y ningún político zamorano se vio salpicado por ambas acontecimientos ¿políticos?
Cuento estas cosas porque hay una gran mayoría de esto que se llama profesionales del periodismo que ignoran cómo hemos llegado hasta aquí, cuál es la historia del PP y cuál la del PSOE. Si esos saberes, estos jóvenes nunca se explicarán por qué suceden estas cosas en las instituciones públicas y en los partidos políticos más importantes de nuestra tierra.
Insisto en el periodo más convulso vivido por la Diputación de Zamora, siendo su presidente J. Antolín Martín. He de decir que la vergonzante moción de censura de sus compañeros se propició por querer obrar conforme a la Ley en la adjudicación de las obras públicas. Si hubiera dejado hacer a los de siempre, conforme a la costumbre, propagado el nepotismo, buena jera. Este funcionario del INSS se habría perpetuado en el Hospital de la Encarnación. Como consideraba que el dinero público es sagrado, dejó su vida en el empeño. Perdió el bien y ganaron los malandrines. Solo en las películas ganan los buenos. Por eso la gente le gusta tanto el cine.
Ahora, Requejo querrá ser como J.Antolín: liberal, cumplir con la ley, por lo tanto, acabar con el nepotismo y la adjudicación de obras a la manera habitual en aquella época, y tratar a todos los pueblos por igual, ya sean del PSOE, Ciudadanos, Izquierda Unida o independientes. Y, por supuesto, una institución pública no puede dedicar, dar, vía publicidad, 180.000 euros a un medio de comunicación, porque, con ese dinero, se pueden hacer muchas cosas en la provincia: agua potable, educación, cultura, etc. Al loro. No se pueden comprar voluntades con dinero público. A mí, como se sabe, se me castigó en el anterior mandato: fui el único medio de comunicación, con periódico y digital, el segundo más veterano de la provincia, que no recibió ni un solo euro, porque no le gustaba a la jefa mi línea editorial. Democracia pura. Gente liberal.
El joven empresario zamorano tiene ante sí miuras políticos, que derrotan por arriba, oposición, y por abajo, sus compañeros de equipo de Gobierno, que tiran gañafones buscando las ingles y la femoral del maestro en el albero de la Diputación. Habrá que parar, templar y mandar. La tauromaquia es geometría. La política, una forma de poesía, cuando se ejecuta conforme a la belleza, que no es otra cosa que la verdad.
Eugenio-Jesús de Ávila
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