La sanidad, un derecho universal

Muchas familias hoy día viven cotidianamente con miedo, incertidumbre, y desesperanza por la escasez económica, sea por pérdida de trabajo o precariedad laboral, que sumada a la crisis sanitaria causada por la pandemia y sus consecuencias y al desmantelamiento de los servicios sanitarios, se traduce en un empeoramiento de su salud, por eso la Sanidad Pública debe ser un pilar fuerte de ayuda, prevención y curación.

Resulta inquietante que las gestiones de la Gerencia de Sanidad en nuestra autonomía (aunque la precariedad sanitaria es nacional), sigan enfocándose en políticas de más recortes. Digan lo que digan ellos, lo estamos viendo y viviendo desde hace años, como el cierre de centros de salud, las reducciones de plantillas de médicos y enfermeras y su precariedad laboral que hace que estos profesionales se vayan dónde tienen más incentivos y reconocimiento.

¿Hacia dónde nos llevan estas políticas?

Muchas personas con problemas de salud tienen que acudir a mutuas y seguros privados, los cuales cuestan un dinero; aquellos que carezcan de recursos, no acudirán y aguantarán su situación, su empeoramiento de la salud y de calidad de vida; esto es muy grave, es dejarlos abandonados e incluso en seguimientos y tratamientos necesarios que a falta de ellos pueden morir.

Esto nos recuerda a la Sanidad Privada que existe en uno de los países más ricos del mundo, los Estados Unidos de América, los cuales carecen de una protección sanitaria gubernamental; sus resultados son criticados moral y éticamente con razón, por dejar tiradas a 45 millones de personas sin ningún tipo de protección sanitaria lo que representa cerca de un 25% del país.

Su modelo sanitario está basado en el libre mercado, en obtener beneficios y se gestiona en su totalidad por empresas privadas apoyadas con ayudas del gobierno. Muchas personas pierden su trabajo si caen enfermas, y deben pagar facturas tan altas a las aseguradoras que al final se endeudan, dejan sus tratamientos y mueren. Así es, cerca de 45.000 personas mueren cada año por la falta de atención sanitaria.

Este ejemplo nos muestra que la Sanidad debe ser pública y universal, y que debemos todos luchar ahora mismo, para no perder este derecho que tenemos como ciudadanos: un país es próspero si cuida a sus ciudadanos, y no lo es si permite que haya personas pobres y vulnerables. Que no nos cuenten que no hay recursos, los hay, estos deben ser gestionados adecuadamente. Hay mucho dinero, por ejemplo, que se utiliza en armamento y equipos de guerra porque da beneficios a unos pocos invisibles, es hora de invertirlo en las personas.

La sanidad Rural debe estar bien atendida por equipos de profesionales suficientes, las personas que viven en el medio rural también tienen este derecho y son los que mantienen vivos a los pueblos. ¡No los desmantelen más!

E. Castro y G. Ortega, Vecinos de Pozoantiguo