¿Merece el nombre de una calle Justa Freire?

El concejal del PSOE David Gago dice que va a proponer que se dedique una calle a la maestra natural de Moraleja del Vino y miembro de la UGT Justa Freire.

El motivo básico de esta propuesta no es otro que seguir con el blanqueo sistemático de la izquierda en la guerra civil, a la par que se criminaliza al otro bando, seguir con los buenos y malos y no dejar de mirar atrás para seguir con el guerra civilismo que es un eje fundamental de la política de PSOE y PODEMOS.

En esta línea, David Gago simplemente se une a la propuesta de su socio de Gobierno PODEMOS, cuya secretaria de Acción Institucional de Andalucía ha afirmado que “presentará iniciativas similares en todos los ayuntamientos donde PODEMOS tenga representación”.

Echenique contradiciendo a la Justicia llamó a vandalizar con el nombre de esta señora las placas repuestas por los tribunales. Infringe la Ley, deforma la historia y socava la sociedad.

Antes de conceder este honor es necesario aclarar algunos aspectos de su biografía.

Debemos conocer el papel que jugó durante la Guerra Civil. Fue Delegada Nacional de la Infancia Evacuada y como tal responsable de las llamadas “Colonias Escolares”, donde se acogió a niños procedentes de zonas próximas al frente de guerra.

Desde estas colonias más de 30.000 niños fueron enviados al extranjero en una operación propagandística del Frente Popular, sin conocimiento de sus padres en muchas ocasiones, aunque en teoría fuera para protegerlos. Más de 3.000 fueron evacuados a Rusia.

Deben aclararse los extremos indicados, así como la responsabilidad que pudo tener Justa Freire en la salida de estos niños de España.

Que no fue una operación brillante y positiva para esos niños lo demuestra que en 2005 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero concediera una pensión a los supervivientes “en reconocimiento público de sus sufrimientos vitalicios”, independientemente de las campañas de blanqueo que se realizan sobre todo lo relacionado con el bando republicano.

En fin, trae a la memoria esta actuación de antaño las palabras de la ex ministra Celaá, “Los hijos no pertenecen a los padres de ninguna manera”. Si es así, el Estado se los puede llevar a una “Colonia Escolar” o a Rusia si quiere.

Eso parece que pasó y Justa Freire pudo ser parte del engranaje necesario.

No necesitamos en el callejero el nombre de más personas relacionadas con la Guerra Civil, y menos si su pasado y el de las instituciones a las que sirvieron no fueron ejemplares.

VOX Zamora.