Los zamoranos tenemos que exigir al poder político que cumpla lo que promete

Si todavía nos queda una miaja de orgullo, conciencia de ciudadano, lo que implicaría velar, proteger y amar a nuestra Zamora, deberíamos exigir a los políticos que dicen representarnos en los distintos parlamentos, autonómico y nacionales, que le cuenten a sus compañeros en Cortes regionales, Congreso de los Diputados y Senado, la situación real de nuestra ciudad y su provincia, con datos fidedignos, sin ocultar nada; que les hablen de que somos la provincia con menos actividad económica de España, o del Estado, como dirían fascistas y comunistas; la más envejecida, la que pierde más población en los últimos tiempos, que esto amenaza con convertirse ya en un desierto demográfico irreversible; que somos parte de la España vacía, de la España sin gente, de la España sin alma, olvidada, ninguneada y engañada.

Se nos ha ido agosto, el mes de la ucronía, el mes en el que se puede apreciar la Zamora que pudo ser y no fue, porque nos visitaron, además de turistas, los zamoranos que trabajan en el exterior, en otras provincias y regiones, a los que este año, por aquello del virus, prefirieron el turismo interior, hacia la patria chica, que coger un avión y aparecer en islas y paraísos lejanos. Hubo otra alegría en las calles, terrazas llenas, viandas, encuentro de amigos y de familias, gasto en los comercios, hoteles y disfrute de la vida en una capital provinciana.

Pero ya es septiembre. Casi todos volvieron a las ciudades donde trabajan once meses al año. Las principales arterias de Zamora empezarán a echarles en falta. Nos volveremos a cruzar y ver las caras los de siempre, lo que elegimos un día quedarnos en la ciudad que nacimos hasta que las parcas nos venga a invitar a ese último viaje. No sé si es triste la visión de la Zamora de siempre, la decadente, la que pierde habitantes a borbotones, pero odio mentir, embaucar, remedar a los políticos.

Escribo lo que veo e intuyo. Propongo ideas. Verbigracia: si no se cumple la promesa de Monte la Reina, si en los próximos PGE se olvida dotar con una cantidad económica importante esa inversión, habrá que salir a la calle a manifestarse. Pero todos, incluso los que votaron –en esta provincia cada vez menos y mayores- al PSOE, porque hay Zamora es mucho más importante que cualquier partido político, de la derecha, de la izquierda o mediopensionista. ¡Ya está bien de que unos y otros no vengan tomando el pelo desde que nos echaron encima la democracia, imperfecta, manca y parva!

La Zamora viva, las asociaciones vecinales, culturales, deportivas; más los intelectuales -¿queda alguno que piense en libertad?-,  políticos jubilados, incluso de filiación socialista; sindicatos, patronal, Viriatos, Zamora10, empleados de banca, funcionarios, restauradores, autónomos, propietarios de bares y cafeterías, docentes y alumnos, mayores y jóvenes,  apáticos y peripatéticos,  pusilánimes y bizarros, si este Gobierno no cumple lo que ofreció a Zamora para paliar la despoblación galopante que amenaza con desertizar la provincia, tendremos que tomar las calles y llegarnos hasta la sede de la representación del ejecutivo, la Subdelegación del Gobierno para patentizar nuestra propuesta, repudiar el engaño de Pedro Sánchez y sus vicarios, exigir, además de la llegada a Monte la Reina de una unidad militar, la transformación inmediata de lo que queda de N-122, la carretera que separa Zamora capital de Alcañices, en autovía, el inicio de las obras antes de que concluya esta legislatura, a finales de 2023. 

Y no me olvido tampoco de que se agilice cuanto antes la firma ante notario por la que Ecobarcial (Iberdrola) venda los terrenos, donde se sigue trabajando para construir la Biorrefinería, a la Diputación. Y, por supuesto, una vez concretada, se ejecute  la cesión inmediata de la institución que preside Francisco J. Requejo, político esencial en esta operación, a la empresa que lidera Vicente Merino Febrero. Espero que algún burócrata - ciertos altos funcionarios- no retrase este procedimiento por extrañas circunstancias. Habrá que estar ojo avizor.

Reitero: Zamora necesita ya su industrialización a través de la Biorrefinería de Barcial y la instalación de una unidad militar en Monte la Reina. Si ambos proyectos no se convierten en realidad, solo nos queda la extremaunción. Yo no me resigno. Ya tengo colocado el peto y el espaldar para el combate por nuestro futuro. El pasado no cuenta. En el pretérito viven los caciques y sus cobistas de la prensa.

Quizá sea un otoño caliente o una Navidad de nieve negra. Todo depende de cómo accione el poder político y empresarial.

Eugenio-Jesús de Ávila