ZAMORANA
Comunidad de Castilla, León y lo que quieran añadir
Nos han incluido en una comunidad autónoma gigante, la mayor de España y una de las más extensas de la Unión Europea, formada por nueve provincias, con Valladolid ejerciendo como sede de los tres órganos superiores de autogobierno de la comunidad autónoma: la Presidencia, la Junta y las Cortes de Castilla y León. La asunción de los tres poderes en una sola provincia ha favorecido a Valladolid en detrimento de las demás; de ahí que, en este caso concreto, la descentralización debería ser obligatoria para que fueran, al menos tres, las provincias que tomaran mayor protagonismo.
En cualquier caso, en esta Comunidad Autónoma formada por lo que antaño fuera Castilla y el reino de León y que ahora aparecen unidas con lo que yo denomino una conjunción errada como ya escribí en su día, tal vez debido al carácter de sus gentes poco dado a manifestaciones, reivindicaciones o actos violentos para defender lo que, en justicia, les corresponde, ha sido ignorada por los diferentes gobiernos, tanto del PP como del PSOE que no se han interesado por la historia del que fuera reino leonés comprendiendo las ciudades de : León , Zamora y Salamanca; con reyes de León durante 320 años consecutivos, empezando en el año 910 con el rey García I hasta el año 1230 con el rey Alfonso IX.
Creo que esa historia merece ser rescatado y no obviada por quienes en su día decidieron unir Castilla y León en una única comunidad autónoma; y dicha unión no sería tan grave si no fuera porque a la hora de repartir los fondos económicos –ya sean estatales o europeos- no se tienen en cuenta las necesidades particulares de esas nueve provincias y, curiosamente, se abandonan a algunas a su suerte. Una de ellas, la que me duele, la que me importa, es Zamora; una provincia dejada atrás sistemática y deliberadamente, con escaso o nulo interés para la propia comunidad y también para el gobierno central; una provincia que se está vaciando porque no hay futuro para los jóvenes que han de emigrar a otros lugares a buscarse un trabajo, una ciudad donde acaban sus días las personas mayores procedentes de esos pueblos que un día dieron a este país el trigo suficiente para denominar comarcas como Tierra del Pan el granero de España.
Se habla de modificar la Constitución, de que es preciso ir con los tiempos. Ignoro de dónde ha de partir la transformación; lo que es un hecho es que quienes reivindicamos el leonesismo –y cada vez somos más- lo que pretendemos es tan solo recuperar una historia que es nuestra para que no se diluya hasta olvidarla, reclamando una comunidad autónoma comprendida por las provincias de León, Zamora y Salamanca; pero también solicitamos que se nos tenga en cuenta y se nos otorgue lo que otras comunidades reciben a cambio de votos, chantajes y coerciones.
Mª Soledad Martín Turiño
Nos han incluido en una comunidad autónoma gigante, la mayor de España y una de las más extensas de la Unión Europea, formada por nueve provincias, con Valladolid ejerciendo como sede de los tres órganos superiores de autogobierno de la comunidad autónoma: la Presidencia, la Junta y las Cortes de Castilla y León. La asunción de los tres poderes en una sola provincia ha favorecido a Valladolid en detrimento de las demás; de ahí que, en este caso concreto, la descentralización debería ser obligatoria para que fueran, al menos tres, las provincias que tomaran mayor protagonismo.
En cualquier caso, en esta Comunidad Autónoma formada por lo que antaño fuera Castilla y el reino de León y que ahora aparecen unidas con lo que yo denomino una conjunción errada como ya escribí en su día, tal vez debido al carácter de sus gentes poco dado a manifestaciones, reivindicaciones o actos violentos para defender lo que, en justicia, les corresponde, ha sido ignorada por los diferentes gobiernos, tanto del PP como del PSOE que no se han interesado por la historia del que fuera reino leonés comprendiendo las ciudades de : León , Zamora y Salamanca; con reyes de León durante 320 años consecutivos, empezando en el año 910 con el rey García I hasta el año 1230 con el rey Alfonso IX.
Creo que esa historia merece ser rescatado y no obviada por quienes en su día decidieron unir Castilla y León en una única comunidad autónoma; y dicha unión no sería tan grave si no fuera porque a la hora de repartir los fondos económicos –ya sean estatales o europeos- no se tienen en cuenta las necesidades particulares de esas nueve provincias y, curiosamente, se abandonan a algunas a su suerte. Una de ellas, la que me duele, la que me importa, es Zamora; una provincia dejada atrás sistemática y deliberadamente, con escaso o nulo interés para la propia comunidad y también para el gobierno central; una provincia que se está vaciando porque no hay futuro para los jóvenes que han de emigrar a otros lugares a buscarse un trabajo, una ciudad donde acaban sus días las personas mayores procedentes de esos pueblos que un día dieron a este país el trigo suficiente para denominar comarcas como Tierra del Pan el granero de España.
Se habla de modificar la Constitución, de que es preciso ir con los tiempos. Ignoro de dónde ha de partir la transformación; lo que es un hecho es que quienes reivindicamos el leonesismo –y cada vez somos más- lo que pretendemos es tan solo recuperar una historia que es nuestra para que no se diluya hasta olvidarla, reclamando una comunidad autónoma comprendida por las provincias de León, Zamora y Salamanca; pero también solicitamos que se nos tenga en cuenta y se nos otorgue lo que otras comunidades reciben a cambio de votos, chantajes y coerciones.
Mª Soledad Martín Turiño



















Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.41