Loca de amor por ti

Hoy, hace un año exactamente, un querido amigo me recordó una canción de Leonard Cohen, ese enorme poeta y cantautor, “Crazy to love you”, tuve que enloquecer para amarte o loco de amor por ti, sería la traducción. Me ha hecho replantearme la razón por la que amamos tanto a alguien y qué es eso que nos conecta a una persona de manera irrenunciable, aunque nos neguemos, aunque nos demos de cabezazos y no le encontremos sentido alguno. A veces ese amor o esa ceguera nos causan dolor, un dolor terrible que nos quita el apetito y las ganas de vivir si no nos corresponde con la misma o similar intensidad a la mostrada por nuestra parte. 

Pero cuando uno es correspondido y la chispa es mutua, todo te parece más bonito, más amable. Ves a la gente por la calle como si el cuerpo no te pesara. Te llama la atención un cabello rojizo, unos rizos al viento, una ropa desaliñada pero llevada con clase y con gusto, unos ojos marrones comunes, en los que hoy ves una luz especial que ayer no viste porque no estabas enamorado. El amor te agudiza los sentidos si es correspondido, hoy no hablaré del otro, del que no lo es porque no me gusta, no me interesa y porque sólo causa dolor. 

Hoy, como hace un año, quiero hablar bonito, de la sencillez del amor verdadero, de la calidez de su abrazo y de la electricidad que cada día te provoca levantarte a su vera y ver su rostro, aún con los ojos cerrados, tan perfecto, tan sereno y tocarlo suavemente, antes de que los abra. Mirar cómo ese amor duerme de manera plácida, como si jamás hubiera roto un plato, aunque la noche anterior vivieras una discusión histórica… Pero el amor lo cura todo, es sanador y evoca sólo lo mejor de cada uno de nosotros para dárselo a manos llenas y libres al otro, con la única condición de no dañarlo y guardarlo en una cajita de grueso cristal transparente para verlo y guarecerlo de la lluvia y del viento, del sol abrasador, de las tormentas, de la nieve y del hielo que podría congelarlo. 

Hoy, como hace un año, como hago siempre, quiero hablar bonito porque el amor es lo que tiene, belleza a raudales.  Es lo que veo cuando duermes y observo tu rostro antes de que tus ojos me miren y te veas reflejado en los míos. 

Nélida L.  del Estal Sastre