Reivindicando el leonesismo

Soy consciente de que existen en Zamora –también en León, desconozco si en Salamanca- diferentes sociedades, asociaciones y agrupaciones que luchan desde hace tiempo por la identidad cultural e histórica de lo que fue el antiguo reino de León, que comprendía las provincias de León, Zamora y Salamanca.

Nos avala un pasado rico en historia, que se ha visto diluido en la magna comunidad autónoma de la actual Castilla y León, la comunidad más grande de España, casi inabarcable, por cuanto los recursos que provienen de Valladolid, sede de la Junta, apenas llegan a algunas provincias muy necesitadas de fondos y ayudas, como es el caso de Zamora, una preciosa ciudad que languidece cada día, que se vacía de habitantes, que no recibe aportaciones para auparla y cuyos ciudadanos ya ni protestan porque se consideran vencidos, pese a que hay todavía muchas voces de personas que gritamos ante las autoridades para ser escuchados y para que la Zamora capital y rural deje de ser una de las provincias que más acusa ese despoblamiento que la está llevando a la ruina económica y moral.

A este respecto, quisiera proponer una idea, que tal vez sea una temeridad, pero en mi interés porque nuestra tierra deje de estar relegada y obtenga de las autoridades el interés que merece, me atrevo a exponerla en este medio.

Dado que están disueltas las Cortes y a la espera de elecciones en la Junta de Castilla y León, sería una magnífica oportunidad para unir fuerzas y que las diferentes asociaciones leonesas que luchan por la identidad de León: Partido Regionalista del País Leonés (PREPAL), Círculo Empresarial Leonés (CEL), Unión del Pueblo Leonés (UPL), Federación Leonesa de Empresarios (FELE)... etc.  hicieran causa común en esas elecciones para que saliera a la luz pública de una forma contundente la necesidad de esta separación de Castilla, que lo único a lo que nos ha abocado es a no tener en cuenta a nuestras tres provincias, empobrecerlas, no dotarlas con los medios que precisan para salir del ostracismo a que están sometidas y, desde luego, recibir menos aportación económica que otras provincias vecinas beneficiadas por la Junta.

Esta propuesta no tiene nada que ver con separatismos, ni tampoco independencias, nada más lejos. Se trata de que, perteneciendo al estado español, León y Castilla sean dos comunidades autónomas diferentes, y las próximas elecciones pueden ser el escenario perfecto para hacer patente el pensar de los ciudadanos a este respecto.

Espero que esta idea sea meditada y aporte algo positivo para el futuro de nuestra región.

Mª Soledad Martín Turiño